Artículo

Experiencia didáctica: análisis de texto del cuento “Obras completas” de Augusto Monterroso

Didactic experience: text analysis of the story “Complete Works” of Augusto Monterroso

 

Mónica Morales Barrera,* 0000-0002-6400-7741

 

*Universidad Nacional Autónoma de México. Docente de tiempo completo en el área de psicopedagogía en la Facultad de Estudios Superiores Aragón, UNAM. Doctora en pedagogía (UNAM) Maestra en teoría psicoanalítica en el Centro de Investigaciones y Estudios Psicoanalíticos (CIEP). Licenciada en Pedagogía (ENEP Aragón). Medalla Sor Juana Inés de la Cruz (2013). Correo electrónico: monicamoralesba56@gmail.com

 

Resumen:

El presente escrito narra la experiencia didáctica realizada en el Taller Aprendizaje, Pensamiento y Creatividad impartido en la carrera de Pedagogía de la FES Aragón. Se trata de un análisis de texto del cuento de Augusto Monterroso, Obras completas. Entre sus objetivos está la diferenciación de conceptos como la creatividad, la erudición y el estudio de la transferencia maestro-alumno.

Palabras clave: Análisis de texto, Augusto Monterroso, creatividad, erudición, transferencia maestro-alumno.

 

Abstract:

The present text narrates the didactic experience carried out in the Learning, Thought and Creativity Workshop taught in the Pedagogy career of the FES Aragón, it is a text analysis of the story of Augusto MonterrosoObras completas". Among its objectives is the differentiation of concepts such as creativity, erudition and the study of teacher-student transfer.

Keywords: Text analysis, Augusto Monterroso, creativity, erudition, teacher-student transfer.

 

Recibido: 26/10/2022

Aceptado: 10/04/2023

 

 

Introducción

 

La experiencia didáctica que aquí presentamos se enmarca dentro del Taller de Aprendizaje, Pensamiento y Creatividad que se imparte en el 4º semestre de la licenciatura de Pedagogía de la Facultad de Estudios Superiores Aragón. Esta unidad de conocimiento tiene como propósito básico “crear propuestas educativas generadoras de aprendizaje que desarrollen el pensamiento y la creatividad” así comofavorecer el desarrollo de habilidades creativas de los participantes”.

Esencialmente, la tarea profesional del pedagogo se circunscribe en escenarios educativos, sea o no del ámbito escolar. Sus prácticas profesionales se desarrollan principalmente en la línea-eje pedagógico-didáctica, en el entendido que al pedagogo frecuentemente se le están solicitando estrategias de enseñanza-aprendizaje, producción de materiales didácticos, soluciones a problemas de aprendizaje, etcétera. Además, su formación profesional implica involucrarse en diferentes campos de conocimiento los cuales tienen sus propias especificaciones a la hora de impartir sus saberes.

El taller posee un eje articulador indispensable en la formación del estudiante: la creatividad la cual involucra y pone en marcha los mecanismos de aprendizaje y pensamiento. La creatividad no se enseña, es algo que se vivencia o en todo caso se testimonia, tal como lo han hecho múltiples creadores que se revisan en clase.

Uno de los objetivos específicos del Taller es diferenciar, con fines didácticos, algunos conceptos vecinos al proceso creativo con la intención de distinguir las modalidades de pensamiento imbricados, como podría ser la inteligencia, la erudición, la habilidad cognitiva, el estereotipo, etcétera. Esta experiencia didáctica no se realiza a partir de conceptos establecidos por edificios teóricos consolidados, lo que se pretende es llegar al concepto a partir de las obras y testimonios de creadores que se enfrentan a este quehacer. Partiendo de esta intención educativa, se propuso realizar un análisis de texto del cuento de “Obras completas” (2011) del escritor guatemalteco Augusto Monterroso. Este relato constituye una aproximación pertinente al estudio de la creatividad, su diferencia con la erudición y el papel de la transferencia maestro – alumno en la elección vocacional.

 

Análisis de texto

Para examinar este relato se utiliza como estrategia didáctica el análisis de texto a la manera de cómo se efectúa en las artes escénicas. En teatro esta técnica constituye un eslabón entre la comprensión de un texto literario y su puesta en escena, como dice Laferriére y Motos (2017) coadyuva a la comprensión de un discurso dramático. Esta actividad implica tanto la lectura en voz alta la cual permite, mediante la entonación, dar otro sentido al texto escrito, en contraste con la lectura en silencio.

En consonancia con los postulados de Lev Vygotsky la verbalización, en este caso de un texto, es el modo en que se expresan y se producen los pensamientos. Uno de los descubrimientos más trascendentes en las investigaciones cognitivas de Lev Vygotsky (2010), fue observar cómo el progreso en el pensamiento no es paralelo al progreso del habla, estos dos tienen raíces filogenéticas distintas, no obstante, son dos curvas de crecimiento que se cruzan una y otra vez, se alinean y corren juntas, incluso pueden fundirse por un tiempo, pero siempre vuelven a separarse. Así, la relación entre pensamiento y palabra verbalizada no es un hecho, sino un proceso, un continuo ir y venir del pensamiento a la palabra y de la palabra al pensamiento. El pensamiento no se expresa simplemente en palabras, sino que existe a través de ellas. Por ello, un aprendizaje significativo pasa por la verbalización de lo que se comprende y no se comprende en un texto. (Vygotsky, 2010). Esto último es punto crucial en la verificación de lo comprendido.

Debemos advertir que la experiencia de aprendizaje que describiremos no es un comentario literario[1] tal como lo define Lázaro Carreter y Correa Calderón (1994), sino se pretende manejar el cuento como un pretexto para trabajar otros temas pertenecientes a otros campos disciplinarios, en un ejercicio de intertextualidad y comprensión.

Sabido es que la literatura ha sido utilizada para el examen de objetos de estudio fuera de este campo de conocimiento. La sociología observa a través de diversas formas literarias, las representaciones sociales de diferentes espacios y momentos históricos. Ejemplo de ello es la polémica novela de Oscar Lewis (1961) “Los hijos de Sánchez”, la cual está basada en la investigación etnográfica del autor. Igualmente, la obra epistolar de Madame Calderón de la Barca “La vida en México” (1840-1842) relata su experiencia y choque cultural cuando residió en nuestro país (1840-1842), es un libro que muestra las formas culturales predominantes del siglo XIX en México.

En el terreno del psicoanálisis Jacques Lacan, y también Sigmund Freud, utilizaron textos literarios, y mediante las escenas y diálogos plasmadas en las narraciones, lograban extraer alguna enseñanza e ilustrar los duros conceptos psicoanalíticos. Por supuesto no se trataba de ningún análisis literario, pero a través del “pensamiento interdisciplinario de los autores” lograron dar una perspectiva no considerada anteriormente. Lacan estudio la transferencia utilizando como texto base durante todo un año dentro de sus seminarios “El banquete” de Platón.

En cuanto al cuento “Obras completas” la consideramos como una joya literaria, donde su autor retoma conflictos de carácter interno muy poco estudiados. Como idea común entre la gente, un conflicto se da en el exterior, en el trabajo, en la pareja, en la escuela, etcétera, los cuales podrían en todo caso resolverse mediante el diálogo, o simplemente no resolverse. Los conflictos internos son necesariamente de carácter psicológico y pueden ser totalmente incomprendidos por el exterior. Augusto Monterroso es un maestro en la exploración de la naturaleza humana, nada obvio, por lo que es un autor que siempre nos lleva a la reflexión.

El análisis de texto sigue los lineamientos generales de la comprensión de una lectura que comprende tres niveles: la literal, inferencial y crítica (Sánchez Carlessi, 2013), Cada uno de estos niveles requieren del uso de diferentes habilidades cognitivas pero que se entremezclan en el mismo acto de leer. La primera se centra en obtener información explicita del texto, como la identificación de personajes, tiempos, lugares, secuencia de hechos, etcétera. A partir de estos datos básicos se realizan inferencias que apuntan a un contenido implícito del texto, y en donde los saberes previos y procesos de abstracción del lector se ponen en marcha. En este punto es indispensable cuidar que los lectores no realicen saltos analíticos y generalizaciones que comprometan la comprensión del texto. Finalmente, en la lectura crítica, a manera de evaluación, se ponen en juego los juicios de valor del lector, sus conocimientos previos, lo que validará o transformará su lectura a primera vista.

Este tipo de experiencias de aprendizaje como el análisis de texto tiene beneficios formativos y cognitivos para el estudiante, como lo son elevar la comprensión lectora, aumentar el pensamiento crítico, aminorar adoctrinamientos, favorecer la metacognición. No hay que olvidar que la atención a las ideas en detalle evita la construcción de preconceptos y generalizaciones, las cuales Gastón Bachelard (1983) califica como un verdadero obstáculo epistemológico.

En este punto cabe preguntarse ¿para qué leemos? ¿tiene alguna importancia? sobre todo en estos tiempos donde los índices de lectura van a la baja y el mundo digital está al alza. Con este problema rebasamos los linderos de lo escolar y de la obligación. Alberto Manguel, multipremiado narrador, ensayista, argentino canadiense, da cuenta de lo que ha sido su experiencia en la lectura. En una entrevista realizada al autor (23 de noviembre de 2017) en ocasión del recibimiento del VIII Premio Formentor de las Letras 2017 respondió a su entrevistador la pregunta ¿es importante leer? Manguel da una respuesta no académica:

A. Manguel. No debemos leer. Borges decía que la felicidad no puede ser obligatoria. Y este momento de caos, es otro momento de caos en la historia del caos que es la historia de la humanidad. Leer no te promete nada, pero te ofrece la posibilidad de ser menos estúpido, más feliz, un poco más inteligente y conocer la experiencia de todos tus antepasados como Platón o Cervantes o Shakespeare y muchísimos otros interlocutores menores, por así llamarlos. La lectura te ofrece la posibilidad de la aventura intelectual y la realización de la promesa del ser humano. (párrafo 28).

Esta contestación desenfada e inteligente de Manguel apunta a prestar atención a la intimidad misma del lector. Sabemos por experiencia que para abordar el viaje por la lectura se requiere de un alto grado placer, más aún en nuestros tiempos donde hay goces mucho más poderosos, en tanto inmediatos, que la lectura. Asimismo, hay que considerar que uno sólo aprende lo que le es dado aprender, siempre es sorprendente ver como alguien comprende razonamientos lógicos, pero no la naturaleza humana. Lo que queda como tarea docente es que a través de la comprensión lectora hagamos una invitación a este periplo de placer.

 

Descripción de la experiencia didáctica

A los participantes del taller se les solicita leer en casa el cuento de “Obras Completas”. El relato tiene una extensión aproximada de siete páginas y su lectura no excede los 20 minutos.

Ya en el salón de clases, y habiendo realizado lectura previa, se plantea una pregunta inicial “¿El cuento tiene un final feliz o trágico?, la cual los participantes deben responder y justificar en una hoja de cuaderno y entregarla al profesor? Nos referimos a un final feliz cuando los protagonistas principales obtienen satisfactoriamente aquello que desean, y entendemos un final trágico cuando uno de sus protagonistas se ve enfrentado a condiciones imperceptibles que lo desvían de los intereses propios en pos del goce del otro. Se propone esta pregunta generadora en el entendido de que el final de la narración es abierto y su periplo deja entrever que el profesor Fombona, personaje principal de la narración, hace introspecciones muy intensas que condicionan el desenlace del cuento.

Posteriormente se procede a hacer una lectura en voz alta del cuento por parte de los estudiantes acompañada de comentarios y preguntas realizadas tanto por los alumnos como por parte del profesor. La lectura se hace párrafo por párrafo atendiendo los niveles de lectura pedagógica que implican la puesta en acción de habilidades mentales superiores, estos niveles de lectura son: literal, inferencial y crítica (Santiago, A. 2007). Primeramente se extrae información detallada que describa los escenarios y los personajes, con la que se pueda recrear la trama en la mente del lector; paralelamente se hacen preguntas que impliquen inferencias, anudamiento con experiencias personales, reflexiones, etcétera. Por último, se hacen cuestionamientos que requieren conocimientos previos del lector más allá de lo que plantea el texto.

La lectura se hace observando las siguientes acotaciones operativas: atender el vocabulario desconocido, -incluso revisar aquel que damos por sentado-; hacer hincapié en la entonación sobre todo en las partes que ellos consideran clave en el relato, en síntesis, se hace una lectura lo menos escolarizada[2] posible con tintes de teatralidad. La experiencia didáctica no es novedosa, no obstante, la intención de utilizar este tipo de orientaciones permite, por un lado, que el texto no quede estático, y por otro, coadyuve a la comprensión lectora.   

Al finalizar la actividad, en un momento de reflexión, se solicita a los estudiantes reconsideren su respuesta inicial en cuanto al final del cuento al tiempo que se dilucidan los siguientes puntos: 1) La relación maestro-alumno, donde se identifica el conflicto central del relato; la diferencia entre el poder del deseo inconsciente del profesor Fombona y la voluntad; problemáticas en la idealización del profesor; igualmente se les pregunta a los alumnos que camino formativo que les gustaría seguir. 2) la diferenciación “didáctica” de términos como la erudición, creatividad, vocación, “talento”, entre otros.

 

¿Por qué elegir el cuento de “Obras completas” de Augusto Monterroso?

Elegir un material didáctico acorde a los objetivos del programa de la asignatura y a los intereses de los estudiantes, es una de las tareas más complejas que se le presentan al profesor en su cotidianeidad docente, pues son demasiadas las variables a considerar.

Paul Ausubel sugiere que el material a estudiar debe ser potencialmente significativo para el estudiante, es decir, acorde a su estructura cognitiva, de no ser así se corre el riesgo de que no surja ningún significado. Ello también va depender del tiempo del lector tanto a nivel evolutivo (niño, adolescente, adulto) como en el tiempo subjetivo en que suceda la lectura. Por ejemplo: “El Principito” tendrá significaciones distintas según el tiempo cronológico y subjetivo del lector.

Para la experiencia didáctica que estamos exponiendo se eligió el cuento de “Obras completas” de Monterroso por las siguientes razones:

1.    Por los contenidos temáticos acordes a uno de los objetivos específicos del Taller. Sabemos que en cualquier proceso de aprendizaje que ocurra se hallan imbricados varios modos de pensamiento, sin embargo, con fines didácticos hacemos la diferenciación de conceptos para su mejor comprensión, a saber: la erudición y la creatividad.

He de advertir que esta diferencia conceptual podría realizarse a partir de metodologías tradicionales de enseñanza, como lo es la revisión bibliográfica de tales términos. Sin embargo, estos métodos, como lo señala Lev Vygotsky, solo se ocupan del resultado final, la información es extraída desde el exterior y lo único que se consigue es que el estudiante tenga que repetir o memorizar los conceptos, el autor advierte que: “no [se] tiene en cuenta la percepción ni la elaboración mental del material sensitivo que da lugar al concepto” (2010, p. 163). El método de la definición se aleja de la resolución a problemas que acontecen en la vida cotidiana del sujeto.

Los conceptos no son abstracciones producto del intelecto, sino que adquieren vida en el accionar humano. Vygotsky señala que la dinámica interna en el proceso de formación de conceptos debe considerar tanto el material sensitivo como la palabra, elementos indispensables en la formación de conceptos (2019, p. 163). Por ello, “Obras completas” constituye el material sensitivo para el desarrollo de la actividad.

2.    En concordancia con el punto anterior, el cuento cumple con los lineamientos de la modalidad narrativa que sugiere Bruner y es ad hoc para realizar un ejercicio de comprensión lectora. Jerome Bruner (1988), psicólogo estadounidense quien hizo sus mayores aportaciones en la psicología cognitiva, sugiere que hay dos modalidades del funcionamiento cognitivo con los cuales se construye la realidad: uno es la modalidad narrativa que se ocupa de “las acciones humanas y de las vicisitudes y consecuencias que marcan su transcurso” (p. 25), a diferencia de los textos científicos que requieren del lector un tipo de pensamiento más lógico-conceptual (p. 24).

3.    La elección de una obra de Augusto Monterroso (1921-2003) no es en modo alguno azarosa, su estilo narrativo no es en absoluto didáctico; ponderamos que un verdadero creador nunca muestra esta cara en su obra. Un texto demasiado predecible, no sirve. Monterroso es uno de los escritores latinoamericanos más reconocidos y multipremiado internacionalmente, entre otras cosas, por la creación de microrrelatos de ficción para contar historias donde explora particularmente la naturaleza humana de forma irónica.

En el breve libro autobiográfico de Monterroso Los buscadores de oro (2020), se atisba, a través de sus remembranzas de la infancia, cómo es que nació el estilo literario que le caracteriza. Confiesa de manera contundente que la escuela nunca le gustó, decía que “lo que hubiera que aprender por fuerza constituía algo amenazador que se revolvía en su mente” (p. 24), como consecuencia abandonó la escuela por iniciativa propia a los 11 años de edad. El camino hacia la literatura se forjó en él poco a poco a partir de experiencias de vida y entre escenas reales e imaginarias, esta última preponderó en su mente, fue una decisión inconsciente que debería pagar con una alta cuota de trabajo, disciplina y sufrimiento (p. 23). En el transcurso de su niñez descubrió que la poesía “[…] no estaba necesaria o exclusivamente en el mundo de la irrealidad y lo imponderable, sino que podría encontrarse al mismo tiempo, o hasta quizá de preferencia, en el de las cosas al alcance de la mano, concretas y sencillas” (p. 33). Precisamente, esta peculiaridad es una de las características de su obra literaria.

Monterroso siempre apela al poder de lo breve, sus narraciones son aparentemente sencillas y no son fácilmente clasificables, no cuentan propiamente una historia, solamente sugieren. Los relatos son una especie de fábulas sin moralejas y contienen un alto grado de humor. Los finales son abiertos y además las trayectorias de sus cuentos no permiten que se pueda predecir el final, por lo que siempre sorprenden al lector. De este modo la elección de este autor para el ejercicio propuesto es muy satisfactoria.

 

Argumento del cuento “Obras Completas”

 

El escenario del cuento de “Obras completas” ocurre en la Ciudad de México, narra el conflicto emocional del profesor Fombona catapultada por la integración de un joven discípulo a sus encuentros literarios. Él es un distinguido erudito en el campo de las Letras, que detenta un saber con precisión que le da seguridad, tal como se le describe en el primer párrafo del cuento: [Fombona] “[…] podría constituir en caso dado una preciosa memoria de cuánto valor se ha escrito en el mundo si ese caso fuera, digamos, la destrucción de todas las bibliotecas existentes […]” (Monterroso, 2011, p. 127).

El profesor preside regularmente una tertulia literaria con un grupo de jóvenes adolescentes en el café Daysie´s[3]. Un día a tal sitio llega tímidamente un nuevo integrante, Feijoo, un joven neófito en el campo del saber literario, pero con un gran potencial para ser poeta. Los encuentros entre el profesor y este ignoto discípulo desencadenan fuertes conflictos transferenciales, sobre todo contratransferenciales, que transforman el destino vocacional de Feijoo.

 

Resultados de la implementación de la estrategia pedagógica e hipótesis explicativas

Al inicio de la ejecución de esta actividad en el Taller sólo se tenía la intención de trabajar dos conceptos claves para cumplir con los objetivos de clase: diferenciar, en acto, la creatividad de la erudición. Sin embargo, después de la primera experiencia, lo que llamó nuestra atención fue que los estudiantes no percibían detalles esenciales del texto, que estaban literalmente escritos, pero que no resonaban en sus mentes, había demasiada sobre-interpretación. Esta revelación fue lo que llevó a formular en posteriores ocasiones la pregunta generadora, y a incluir otros temas de análisis porque era necesario examinar para comprender el cuento.

Los resultados de la experiencia didáctica realizada por varios años fue el motivo de la producción de este escrito, pues nos sorprendió que los estudiantes de diferentes generaciones respondieran de forma similar a partir de la primera lectura hecha en casa. Sin miedo a equivocarnos en cuanto a la cifra, el 99 por ciento de los participantes expresó, en su primera respuesta a la pregunta generadora, que el relato tuvo un desenlace feliz. Además, atendiendo a la literalidad del cuento, a los estudiantes se les dificultó: identificar el conflicto interno de Fombona; observar la contradicción interna de Fombona entre querer ayudar a escapar a su discípulo de sus propias intenciones inconscientes; distinguir el quehacer del crítico literario en un afán de precisión intelectual y la creatividad a través de la tarea poética, entre otras cosas. El listado de estas aseveraciones está contenido en el texto y no requiere inferencia alguna.

 

Tres son las hipótesis explicativas que proponemos ante esta magnitud inesperada, las cuales no son mutuamente excluyentes, como siempre las causas son  multifactoriales.

La primera explicación alude a la forma en que los estudiantes realizan una primera lectura, al parecer lo hacen con “pensamientos estereotipados y con fines didácticos”, lo cual les impide identificar el conflicto principal de la obra. Esto puede suceder por desatención o porque no tienen las suficientes experiencias de vida para entender el conflicto psicológico del profesor Fombona, ni las necesidades de orientación vocacional de su discípulo Feijoo, esto a pesar de que los jóvenes lectores están cerca de la edad de Feijoo. Howard Gardner (1993) menciona que los alumnos demasiado escolarizados recaen frecuentemente “en las potentes comprensiones, aunque ingenuas de su primera infancia” (p. 15), en el caso de esta narración sería que el profesor ayuda a su alumno a elegir su camino profesional [4].

En cuanto al contexto educativo de nuestro país, desafortunadamente los resultados de las pruebas PISA 2018 mostraron que los estudiantes mexicanos están por debajo de la media en lectura, matemáticas y ciencias y que solo el 1 % de los alumnos evaluados demostró habilidades avanzadas en lectura en la comprensión de textos largos (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico OCDE).

Por otra parte, no podemos soslayar el papel que juegan las tecnologías de la comunicación (TIC) en el aprendizaje, pues su avance rampante impacta por fuerza las habilidades lectoras. La imagen, el sonido, los videos, la velocidad vertiginosa con la que llega la información, los influencers, sobreestimulan nuestros sentidos e incrementan el imaginario, todo ello disminuye el escrutinio necesario para la lectura de textos y hace creer, paradójicamente, que el conocimiento está fuera de nosotros, en la sociedad de conocimiento.

Sin desvalorizar los avances digitales de nuestra época, Javier Pastor (2014) nos recuerda que la tecnología también nos hace frágiles. La memoria, por ejemplo, está siendo menoscabada cada vez más, pues se hace el menor esfuerzo para recordar. En la antigüedad homérica, cuando aún no estaba instituida la escritura, los rapsodas a través de sus cantos, recitaciones y el uso de la palabra oral en general gozaban de una fuerte influencia para educar, por lo que se desarrollaban otras habilidades cognitivas.

Sin duda, lo escrito siempre brinda un plus sobre la palabra oral en el contexto de la transmisión cultural, aunque requiere de una disposición intelectual para su abordaje. Lo escrito es una especie de memoria a la cual podemos regresar una y otra vez y encontrar cuestiones diferentes en cada lectura, aquí entra en juego, por supuesto, la estructura cognitiva del lector y su agudeza para interrogar al texto. Howard Gardner afirma que “la comprensión disciplinar cambia continuamente y nunca queda completa: la competencia se hace evidente cuando un individuo incorpora la comprensión cultural que tiene en cada momento del ámbito en que se mueve” (1993, p. 14).

Desde otra perspectiva epistemológica, encontramos otra explicación a los resultados de la experiencia didáctica vivenciada, pues la disposición psíquica del lector influye en su aprendizaje. Freud en 1911 (1989) dilucida que hay dos mecanismos que rigen la naturaleza humana y condicionan el comportamiento del hombre en la cultura: el principio del placer-displacer y el principio de realidad.

El principio de placer-displacer es un proceso anímico primario que se define como “la cantidad de excitación presente en la vida anímica no ligada a ningún objeto” (Freud S., Más allá del principio de placer (1920), 1989, p. 78), es una categoría de carácter económica, en tanto procura el ahorro de energía psíquica. Esta idea se relaciona con un proceso de equilibrio entrópico, por lo que no hay producción alguna, por ejemplo: la vida intrauterina, los sueños de comodidad, la fantasía, la procrastinación, el placer de la venganza, el relajo, los pensamientos rutinarios, etc. En la literatura encontramos el cuento de Bartleby el escribiente (1853) del estadounidense Herman Melville (2013), así como el ensayo del filósofo mexicano Jorge Portilla Fenomenología del relajo (1956) los cuales constituyen un paradigma del principio del placer.

Freud advierte que hubo de instaurarse en el psiquismo una nueva función para contrarrestar esta tendencia y que guardaría una relación estrecha con el imperio exterior, este es el principio de realidad (1989 c). En éste la satisfacción es de otra índole, es un proceso secundario que rige la función vital con fines adaptativos, de sobrevivencia y de creación. La energía libre, entrópica, se transforma en energía ligada, dirigida a objetivos específicos. Esto no difiere de los principios de la física, James Clerk Maxwell quien indica que para combatir la entropía es necesario el trabajo. Respecto a la educación Freud lo sintetiza de la siguiente manera: “La educación puede describirse, sin más vacilaciones, como la incitación a vencer el principio de placer y a sustituirlo por el principio de realidad” (1911, 1989, p. 228).

Aunque las argumentaciones aquí presentadas son genéricas, enmarcan una problemática bastante conocida en el ámbito escolar que es la comprensión lectora, por ello esta estrategia de aprendizaje coadyuva a aminorar esta contingencia.

En resumen, mediante el análisis de texto los estudiantes lograron advertir e identificar lo que no pudieron hacer en una primera lectura, era previsible el cambio de su sentir cuando se hizo una lectura literal y más atenta. Leer requiere de una estructura cognitiva sólida donde el lector pueda insertar articuladamente nuevos elementos a su estructura cognitiva. Pensamos que la experiencia de aprendizaje invita a los lectores a resignificar su mundo interior, más allá de su contexto social. Además, el ejercicio permite organizar la información para la reconstrucción de conocimientos, y así transformar los materiales revisados dentro de los cánones del aprendizaje ético significativo.

 

La mediación, sustento teórico de una lectura acompañada

El ejercicio de aprendizaje realizado en el Taller encuentra su apoyo teórico - metodológico en las ideas del psicólogo ruso Lev Vygotsky de principios del siglo XX, anclado en el concepto de mediación (2008). El autor advierte que los individuos no se relacionan directamente con el objeto de conocimiento ni con el ambiente, ni tampoco desarrollan naturalmente sus funciones psicológicas superiores, en suma, no existe un deseo de conocer espontáneo. El aprendizaje propiamente dicho, es efecto de la mediación producto de relaciones interpersonales enmarcadas en una situación interpsicológica, con signos culturales específicos y herramientas, sean éstas de carácter cognitivo o tecnológico. El infante, en un primer momento, pende totalmente de los otros en su aprendizaje, en un segundo momento, a través del mecanismo de interiorización, el individuo adquiere la posibilidad de actuar por sí mismo.

Uno de los conceptos de Vygotsky donde se ancla esta función mediadora es la Zona de Desarrollo Próximo (ZDP) la cual es concebida como una ley de desarrollo ontológica, es decir, es algo que existe independientemente de que se haya estudiado o no. El autor conceptualiza la ZDP como “la distancia entre el nivel de desarrollo real del niño (lo que el niño hace por si solo) y el nivel más elevado de desarrollo potencial (lo que hace con ayuda de alguien) tal y como es determinado bajo la guía del adulto o tutor educativo (Vygotsky, 2008, p. 131). De ahí que la función del profesor sea inducir al lector a observar y reflexionar sobre asuntos que de otra manera pasarían desapercibidos y que con el apoyo de un otro se puede avanzar en el terreno de la construcción del conocimiento. 

De manera análoga, Vygotsky introduce en sus propias indagaciones esta acción mediada, él no se ciñe a un tipo de investigación experimental convencional donde se excluye la intervención del investigador, por el contrario, lo introduce como mediador. En sus pesquisas su objetivo era proporcionar al sujeto la máxima oportunidad para aprender, introduciendo obstáculos, dificultades o ayudas externas para explorar procesos psicogenéticos; con ello buscaba romper con los métodos rutinarios de resolver problemas y reconstruir las operaciones intelectuales utilizadas. Así es como construyó su teoría sobre la formación de conceptos en las fases del desarrollo del sujeto (2010), particularmente con el método de la doble estimulación.

Desde el psicoanálisis, Freud también forja un concepto nacido de la clínica de las histéricas que refuerza esta tesis de la mediación, esta es: la transferencia, en la que se involucra a otros en el proceso de comprensión del mundo. La define como un proceso universal en virtud del cual los objetos infantiles se actualizan sobre nuevas relaciones (Freud S. (1912) (1989), como pueden ser las de maestro-alumno y en general en relaciones jerárquicas.

Cuando somos infantes es poco probable que estemos interesados por los objetos de conocimiento, a menos que la genialidad esté presente. El aprendizaje ocurre primeramente bajo la égida de las relaciones transferenciales, es decir, de la relación que mantenemos con el otro educador; esta idea es coincidente con las ideas de Vygotsky.

Durante la adolescencia la ambivalencia transferencial es la tónica, aparecen conductas ambiguas que regularmente desconciertan a los adultos. Por un lado, los jóvenes ansían ser independientes desdeñando el punto de vista de otros, pero al mismo tiempo anhelan el reconocimiento de las personas que idealizan. En este periodo ambivalente, solo algunos cuantos están perfilando sus intereses vocacionales y otros tantos quedan a merced de ciertas relaciones transferenciales, tal como lo plantea Freud en su texto La psicología de colegial (1914,1989).

El sacudimiento que me causó el encuentro con mi antiguo profesor de la escuela secundaria me advierte que debo hacer una primera confesión: No sé que nos reclamaba con más intensidad ni qué era más sustantivo para nosotros: ocuparnos de las ciencias que nos exponían o de la personalidad de nuestros maestros. Lo cierto es que esto útlimo constituyó en todos nosotros una corriente subterránea nunca extinguida, y en muchos el camino hacia las ciencias pasaba exclusivamente por las personas de los maestros; era grande el número de los que se atascaban en este camino, y algunos – porque no confesarlo? – lo extraviaron así para siempre (p. 248).

Durante la adultez, se espera que las relaciones transferenciales de raíces edípicas se superen, y emerja con potencia suficiente el interés por los objetos de conocimiento. Los múltiples intereses vocacionales presentes en la época de transición se irán decantado, aunque no desaparezcan, pero el sujeto comienza a tener intereses vocacionales más específicos a pesar de los ambientes transferenciales adversos que se desplieguen en la época adulta.

La transferencia es un fenómeno intrínseco en la vida humana, se establece sobre todo a partir de la mediación y encuentro con la palabra del otro, y del material significante en cuestión en un tiempo y espacio determinado, no es permanente. La transferencia, y también la contratransferencia a la que aludiremos en breve en el texto de “Obras completas”, merece ser tomada en cuenta en el periplo de apropiación del conocimiento. No hay deseos puros, solo deseos alineados en el Otro.

 

Algunas nociones teóricas dilucidadas en el cuento de “Obras completas” de Augusto Monterroso

Aunque esta sección del escrito está fuera de los límites del objetivo inicial de este escrito, no queríamos dejar pasar algunas reflexiones teóricas halladas en el cuento.

En este relato se distinguen dos tópicos que se destacan por la experticia de Monterroso en su presentación y que son útiles para el desarrollo del programa del Taller: la relación transferencial maestro – alumno, cuyos fundamentos teóricos los encontramos en las primeras elucidaciones psicoanalíticas freudianas, y la diferenciación en la praxis de dos actividades intelectuales que no están necesariamente entrelazados, estos son: la erudición y la creatividad.

 

Transferencia y contratransferencia Feijoo-Fombona

En un vínculo transferencial es donde se desenvuelven estos dos personajes, Feijoo quien es el típico alumno que duda sobre sus propios intereses vocacionales y la palabra idealizada de su profesor que impacta su vida.

Feijoo trae consigo la inquietud de ser poeta, recordemos que en la narración él se acerca a estas tertulias leyendo sus poemas que escribía en un papelito y los guardaba nerviosamente en su carpeta. Sin embargo, el fuerte vínculo transferencial que mantenía con su profesor fustiga sus propios intereses vocacionales y hace que termine atrapado en los deseos inconscientes del profesor Fombona, quien lo convertirá en un crítico especialista en “las obras completas de Miguel de Unamuno”. Así́, la ambivalencia transferencial típica en la época de la adolescencia es algo a considerarse, pues representa la lucha continuada de los jóvenes por constituir su propio deseo.  

En contraparte, está el fenómeno de la contratransferencia, el cual se define como aquellas reacciones afectivas, sean conscientes o inconscientes, que el profesor experimenta respecto a sus alumnos en circunstancias específicas. La contratransferencia es un acontecer menos estudiado pues suele imaginarse al maestro con características ascéticas, sin vida propia, exclusivamente interesado por el aprendizaje del alumno. Dentro de la situación analítica la contratransferencia suele resolverse mediante el propio análisis del analista o bien mediante las supervisiones clínicas. Sin embargo, fuera de este ámbito este fenómeno es “el pan de cada día”.

La contratransferencia que experimenta el profesor Fombona respecto a su discípulo Feijoo, es el tema central del cuento, es una confesión que pocas veces puede examinarse. Este cuento, como menciona Pope, es una confesión que pocas veces se puede observar en la realidad (2013). Fombona guarda en su interior un viejo remordimiento que viene a intranquilizar sus noches desde que conoció a Feijoo, se veía en el espejo de su discípulo cuarenta años atrás, cuando intentaba escribir él mismo un verso que nunca salío a la luz y “que sólo vio a través de otros” (p. 132). No obstante, en el climax del cuento, Fombona quiere socorrer a Feijoo y musita “Feijoo, Feijoo, muchacho querido, escápate, escápate de mí, de Unamuno, quiero ayudarte a escapar” (p. 133). Fombona reconoce el conflicto, sin embargo, sus impulsos inconcientes fueron más poderosos y convirtió a Feijoo en su espejo, haciendo de su disípulo una “prolongación de la suya”.

 

Erudición y creatividad

Ahora bien, advertimos que las dos inclinaciones vocacionales que elige Monterroso para la confección del cuento no son fortuitas: la crítica literaria y la poesía, a través de las cuales, logra una diferenciación conceptual en la praxis de dos términos que podrían llegar a confundirse en el sentido común: la erudición y la creatividad.  

El profesor Fombona es un crítico literario cuya labor consiste en analizar y valorar obras literarias, tal como se le describe en el primer párrafo del cuento; su producción intelectual es prolífera en traducciones, monografías, prólogos y conferencias. Esta actividad profesional requiere de un gran conocimiento y estudio minucioso de autores, obras, contextos, etcétera, por lo que quien la ejerce suele ser un erudito. El diccionario de la RAE define la erudición como un conocimiento profundo de alguna materia, adquirido mediante el estudio directo de textos y fuentes”; esta tarea conlleva a Fombona a un sentimiento de seguridad con el cual se mueve en el mundo académico literario.  

En cambio, Feijoo, imbuido en sus primeros bosquejos poéticos, lee tímidamente sus versos ante sus escuchas. Deducimos que esta timidez no es parte de la personalidad del joven, sino del sentimiento normal acongojado que se genera cuando alguien presenta a otros las propias producciones. El profesor Fombona lo sabe, y quiere alejar a su discípulo del horror de la creación (Monterroso, 2011, p. 132). Vygotsky lo expresa de la siguiente manera:

Crear es fuente de júbilo para el hombre, pero acarrea también sufrimientos conocidos con el nombre de los tormentos de la creación. Crear es difícil, la demanda creadora no siempre coincide con la posibilidad de crear y de aquí surge a decir de Dostoievski, la tortura de que la palabra no siga el pensamiento. Los poetas llaman a este sufrimiento, tormento de la palabra (2015, p. 47).

Aunque cualquier persona puede escribir un poema en un momento de inspiración y de manera recreativa, engendrar poemas no es fácil, encierra un alto grado de creatividad y de técnica. Horacio (65 a. C. ­– 8 a. C) poeta latino, discípulo de Quintiliano, explica que el poeta debe equilibrar el ingenio y la técnica, pues si éste se rompe y la balanza se inclina hacia el ingenio, el poema será prosaico, sin valor literario, “sin conocimiento profundo de la técnica, no puede haber poeta: será, como dice [Horacio]…, una especie de charlatán, que podrá congregar oyentes, pero su obra estará vacía de contenido y de belleza artística” (Martínez-Falero, 2006, p. 165).

En verdad, la creatividad no se enseña ni se estudia, no es efecto del análisis deductivo – inductivo, en todo caso estaría más cerca del pensamiento transductivo como lo plantea Jean Piaget o del pensamiento lateral del que habla Eduardo Bono. Cada creador tiene sus temas, sus objetos preferidos y no es algo permanente, llega inesperadamente cuando se está trabajando esforzadamente, es un momento de articulación en el tiempo lógico de un sujeto, que da sentido a la creación y al creador.  Lo que llamamos creación no suele ser más que un catastrófico parto consecuencia de una larga gestación” (Vigotsky, 2015, p. 31). Así, dentro del terreno literario la poesía ocupa un lugar especial, es una actividad profundamente humana y creativa.  

 

¿Todos somos creativos?

Hoy día, estamos en una época donde los discursos sobre creatividad proliferan, muchas veces con propósitos de marketing. Hablar de creatividad es un acto vacuo, por la simple razón de que es un proceso inexplicable, incluso los propios creadores testimonian que no saben cómo es que esto sucede. En realidad, lo más difícil es ser creativo.

Michael Ende (1929-1995), escritor alemán de literatura fantástica, intenta responder la pregunta ¿Por qué escribo para los niños? Su respuesta inicial es que él no escribe para niños y que no sabe cómo se generan en él los materiales de sus narraciones. Ende (1989) explica este asunto con un relato del escritor Gustav Meyrink sobre el Mil pies, metáfora magnánima del no saber de los autores cuando ellos crean. Igualmente, Freud trabaja sobre esta misma idea en el “Creador literario y el fantaseo” donde explora el papel de las fantasías en el acto de creación. Del mismo modo, él comienza con una pregunta: ¿de dónde obtiene el poeta sus materiales para la creación de sus obras? Su respuesta es similar a la de Ende:

[…] la circunstancia de que el poeta mismo, si le preguntamos, no nos dará noticia alguna, o ella no será satisfactoria; aquel persistirá aun cuando sepamos que ni la mejor intelección sobre las condiciones bajo las cuales él elige sus materiales, y sobre el arte con que él plasma a estos, nos ayudará en nada a convertirnos nosotros mismos en poetas (1908 [1907]), 1989, p. 127).

No podíamos dejar de comentar la experiencia creativa del escritor uruguayo Horacio Quiroga (1879-1937), atravesado por circunstancias de vida trágicas. Su narrativa se caracteriza por ser heterogénea que explora, entre otras cosas, la naturaleza humana en sus rasgos terribles y trágicos, y quien ha sido comparado con el escritor estadounidense Edgar Allan Poe, recordado especialmente por sus cuentos de terror.

Quiroga escribe “El decálogo del perfecto cuentista” publicado por primera vez en 1927 en una revista argentina Babel, donde plasma algunos consejos para aquél que desee emprender el camino de la escritura narrativa. A nuestro parecer esta joya instructiva es una derivación de su propio desarrollo como creador, pues solo a posteriori, en el intenso oficio, se logra pesquisar, a veces, aquello que no funciona en los relatos, e incluso pone a prueba el propio deseo, en este caso el de escribir.

Ahora bien, tratando de acercarnos a la respuesta de la pregunta enunciada en el título de este apartado, el personaje de Fombona nos da un buen inicio, él se confiesa a sí mismo esta dificultad para crear un verso: “[él] se vio a sí mismo, cuarenta años atrás, sufriendo avergonzado y solo por el verso que se negaba a salir, y que si salía era únicamente para producirle aquel rubor como fuego que nunca pudo explicarse” (Monterroso, 2011, p. 132). Ni las mejores intenciones para ser creativos pueden llevarnos a este maravilloso acto.

Hagamos ahora un breve recorrido sobre lo que los autores explican de por qué no todos los seres humanos son propensos a crear. Sobrevalorar esta singularidad es lo peor que podemos hacer, además ésta sólo se puede juzgar a partir de lo producido; implicar solo actitudes y aptitudes en este decurso creativo es una banalidad.

¿Será verdad que todo sujeto tiene un potencial creativo? Vygotsky (2015) en La imaginación y el arte en la infancia argumenta que “la función creadora es más bien una regla que una excepción… [y] que en la vida que nos rodea, cada día existen todas las premisas para crear” (p. 15). Sin embargo, la vida cotidiana también muestra que existen personas que prefieren obedecer antes que lanzarse a esta empresa. El autor alerta que hay un impulso reproductor o reproductivo en el hombre que está ligada a nuestra memoria, su esencia radica en que “el hombre reproduce o repite normas de conductas creadas y elaboradas previamente o revive rasgos de antiguas impresiones” (p. 11). Existe una multiplicidad de ejemplos al respecto: ahí tenemos a los feligreses, a todos aquellos que prefieren convertirse en instrumento de goce del Otro como el que se muestra en el documental El gran silencio[5], igualmente sucede en las culturas conservadoras que no admiten modernización.

Sin embargo, si el hombre se ciñera exclusivamente a esta experiencia vivida sucumbiría a la continua adaptación que exige la vida. Así en tiempos de crisis, como la pandemia que estamos aun viviendo, las transformaciones son exigibles. Así, aparece una nueva actividad que Vygotsky promueve: combinar y crear donde la imaginación y la fantasía tienen un lugar muy especial y carecen de un sentido práctico inmediato. Ahora bien, hay que señalar que no toda la fantasía y la imaginación están dirigidas a la creación, ésta es una actividad anímica primaria, y puede revelarse como el inicio de una grave patología. (Freud S., (1908 [1907]), 1989).

 

Reflexiones finales

El presente escrito, representó para nosotros la recuperación de una experiencia de aprendizaje de más de 10 años en el Taller de Pensamiento, Aprendizaje y Creatividad en la licenciatura de Pedagogía de la FES Aragón. Transcribir nunca es sencillo, pero esta tarea llevó a reordenar, repensar, fundamentar lo realizado en clase, lo cual fue muy enriquecedor para mí misma y para el lector interesado en el tema.

El protagonista principal fue el cuento de “Obras completas” de nuestro apreciado autor Augusto Monterroso. Sin este material hubiera sido imposible la dinámica propuesta para la clase, pues de él aprovechamos todo: la narrativa, que es un cuento corto adecuado para trabajar el análisis de texto en clase, en que el estilo literario del autor no tiene nada de predecible. Así también los temas tratados en el cuento fueron ad hoc a la temática de la asignatura, pertinentes a temáticas pedagógicas, incluso la formación autodidacta vertida en la biografía del autor. Por otra, consideramos que, a través de los personajes del cuento, el lector universitario puede identificarse.

Es menester destacar que las obras literarias tienen un valor per se para el lector ávido en cuanto permite aventurarnos en personajes, tiempos y espacios históricos o ahistóricos que llegan tangencialmente a edificarnos como seres humanos. Pero también la literatura ha constituido una fuente de conocimientos e información para otras disciplinas, de ahí que la sociología, la historia, la pedagogía, el psicoanálisis, entre otras, se nutren de ella como una metodología de enseñanza vívida que da sentido a los fríos, pero indispensables conceptos que se producen desde diferentes enfoques epistemológicos.

Leer, es una aventura, pero pocos se animan a emprender, algunos porque ciertamente no lo desean y otros porque la educación familiar o escolar, incluso la era digital que promueve goces inmediatos, no les han proporcionado las experiencias de aprendizaje que les permitan acceder a este placer. La comprensión lectora es un camino posible para el disfrute de emociones no permitidas en un entorno social verdadero. Pensemos que cuando entendemos algo queremos más, es un camino que nos saca de los lugares y frases comunes de sabor insípido.

En el contexto de estrategias de aprendizaje, el análisis de texto tal como se realiza en la lectura dramatizada en teatro, es una herramienta didáctica sumamente valiosa, pues representa un eslabón entre la exclusiva comprensión lectora y la formación del pensamiento crítico. Por lo regular los estudiantes desean emitir sus opiniones, pero al mismo tiempo quieren tomar atajos, sin detenerse a pensar en cada uno de los elementos. Por ello este tipo de ejercicios enseña a leer y a no sobreinterpretar.

El análisis de texto, no sólo como experiencia didáctica de detalle, incrementa el interés por el detalle y por ende alimenta el sentido crítico, genera interés por la lectura de obras más complejas, más allá de las comunicaciones inmediatas, suministra información para el diálogo y el nivel de preguntas, incentiva la creatividad. Sin embargo, todas estas bondades de este ejercicio son posibles si las expectativas y la estructura cognitiva del lector lo intiman.

Por último, y el punto más importante de nuestras reflexiones es la preparación del profesor, la cual implica una formación disciplinaria sólida-ética. Su papel

 mediador en el proceso de enseñanza-aprendizaje es clave, pues es en esta zona donde el estudiante puede encontrarse, en el caso de que las predisposiciones vocacionales del estudiante lo convoquen, y desde donde éste puede realizar un aprendizaje significativo.

 

Biblografía

Bachelard, G. (1983). La formación del espíritu científico. México: Siglo veintiuno editores.

Bruner, J. (1988). Realidad Mental y Mundos Posibles. Barcelona: Gedisa.

Freud, S. (1989 [1914]). La psicología del colegial. En Obras completas (pp. 245-250), Vol. XIII. Buenos Aires: Amorrortu Editores.

Freud, S. (1989 [1907]). El creador literario y el fantaseo. En Obras completas (pp.125-135), Vol. IX. Buenos Aires: Amorrortu Editores.

Freud, S. (1989 [1911]). Formulaciones sobre los dos principios del acaecer psíquico. En Obras completas (pp. 219-245), Vol. XII. Buenos Aires: Amorrortu Editores.

Freud, S. (1989 [1920]). Más allá del principio de placer. En Obras completas (pp. 1-136), Vol. XVIII. Buenos Aires: Amorrortu Editores.

Freud, S. (1989[1913]). Sobre la dinámica de la transferencia. En Obras completas (pp. 93-105), Vol. XII. Buenos Aires: Amorrortu Editores.

Freud, S. (1989 [1913]). Introducción a Oskar Pfister. En Obras completas (pp. 351-353), Vol. XII. Buenos Aires: Amorrortu Editores.

Gardner, H. (1993). La mente no escolarizada. Barcelona: Paidós.

Lázaro Carreter, F., & Correa Calderón, E. (1994). Cómo se comenta un texto literario. México: Publicaciones Cultural.

Monterroso, A. (2011). Obras completas (y otros cuentos). México: Ediciones Era.

Vigotsky, L. S. (2015). La imaginación y el arte en la infancia. México: Ediciones Coyoacán.

Vygotski, L. (2008). El desarrollo de los procesos psicológicos superiores. Barcelona: Crítica.

Vygotsky, L. (2010). Pensamiento y lenguaje. Barcelona: Paidós.

 

Hemerografía

Ende, M. (enero-febrero-marzo de 1989). ¿Por qué escribo para los niños? Libros de México(14).

Manguel, A. (23 de noviembre de 2017). Alberto Manguel: Leer no te promete nada, pero te da la opción de ser menos estúpido, más feliz. (W. Manrique Sabogal, Entrevistador) WMagazín.

Martínez-Falero, L. (2006). Poesía y creatividad: introducción a una poética de la creación. Dicenda: Cuadernos de Filología Hispánica, 24, 161-179.

Pope, R. (2013). "Obras completas" de Monterroso; la agonía del maestro y el discípulo. Revista Crítica de Narrativa Breve(6), 1-8.

Sánchez Carlessi, H. (Diciembre de 2013). La comprensión lectora, base del desarrollo del pensamiento crítico (primera parte). Horizonte de la ciencia, 3(4), 21-25.

 

Cibergrafía

Laferrière, G., & Motos, T. (2017). Red universitaria de aprendizaje (UNAM). Obtenido de Análisis de texto teatrales: https://www.naque.es/documentos/teproponemos/mayo2012/PALABRAS%20PARA%20LA%20ACCION%20PDF.pdf

Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico OCDE. (2018). Programa para la evaluación internacional de alumnos (PISA) PISA - Resultados. Obtenido de Programme for International Students Assesment (PISA): https://www.oecd.org/pisa/publications/PISA2018_CN_MEX_Spanish.pdf

Pastor, J. (21 de octubre de 2014). Lo que la tecnología nos puede hacer perder. Obtenido de Xataka: https://www.xataka.com/moviles/lo-que-la-tecnologia-nos-puede-hacer-perder

National Geographic. (14 de octubre de 2020). Jane Goodall, una vida dedicada a los chimpancés. Obtenido de National Geographic España: https://www.nationalgeographic.com.es/mundo-ng/grandes-reportajes/una-vida-dedicada-a-los-chimpances_3251

 



[1] Según los autores, el comentario de texto está constituido por varias fases: lectura del texto, localización, determinación del tema, determinación de la estructura, análisis de la forma partiendo del tema y la conclusión. (p.25)

[2] Estas acotaciones se proponen en virtud de que los estudiantes de la carrera, sin experiencia teatral, leen los textos de manera mecánica y sin matices.

 

[3] El café Daysie´s estuvo localizado en la calle de Versalles cerca de avenida Reforma aproximadamente en la década de los 60.

[4] Freud apela a una postura ética del educador en cuanto a la formación de su educando, a la letra dice: “el educador […] trabaja con un material que le ofrece plasticidad, que es asequible a toda impresión, y se impondrá la obligación de no formar esa joven vida anímica según sus propios ideales, sino más bien, según las predisposiciones y posibilidades adheridas al objeto”. Freud, S “Introducción a Oskar Pfister” (1913). Obras completas, Vol. XII, Amorrortu Editores, Bs. As. 1989. p. 353.

[5] Es un documental filmado en un monasterio que relata la vida de los monjes en el monasterio cartujo de Grenoble, en una ciudad al sureste de Francia.