Artículo
La radiodifusión
del Departamento Autónomo de Prensa y Publicidad (DAPP), 1937-1939.
The broadcasting of the Autonomous Department of Press and Advertising
(DAPP), 1937-1939
Rocío Paulina Martínez Gutiérrez,* 0000-0003-4730-1591
*Southern New Hampshire University/Tiffin
University. Historiadora. Maestra en Historia
Moderna y Contemporánea. Especialista en Historia de México Contemporáneo e
Historiografía cultural. Mis intereses profesionales y de investigación giran
en torno a la disciplina de la historiografía crítica reciente, aplicada al
estudio de las revistas de moda como un vehículo de producción cultural que
muestra el universo social y cultural de una época específica y de una
categoría social determinada. Correo electrónico: rociopaulinamg@gmail.com
Resumen
Durante la presidencia
de Lázaro Cárdenas se creó el Departamento Autónomo de Prensa y Publicidad
(DAPP) como una oficina reguladora de la información que provenía del gobierno
de la República Mexicana. En 1937 se crearon dos estaciones radiofónicas
públicas para que el DAPP tuviera su propio medio de difusión, fue ahí donde
surgió el proyecto de transmitir La Hora Nacional.
Palabras clave: Radiodifusión, DAPP
(Departamento Autónomo de Prensa y Publicidad), La Hora Nacional, Cardenismo.
Abstract
During the presidency of Lázaro
Cárdenas, the Autonomous Department of Press and Advertising (DAPP) was created
as a regulatory office for information that came from the government of the
Mexican Republic. In 1937 two public radio stations were created so that the
DAPP had its own means of dissemination, it was there that the project of
transmitting La Hora Nacional arose.
Keywords: Broadcasting, Autonomous Department of Press and Advertising
(DAPP), La Hora Nacional, Cardenism.
Recibido: 12-10-2022
Aceptado: 9-06-2023
El oído “ve” mejor que la pupila.
Los sonidos son imágenes en el teatro microfónico. El radioteatro es un teatro
para oírse.
Armando de María y Campos, El Teatro del Aire.
El
desarrollo de la radiodifusión mexicana, desde sus inicios a principios del
siglo XX, ha estado enmarcado en la trayectoria de las grandes empresas
radiofónicas nacionales, tales como la XEB, la XEQ y la aún presente XEW. De
algunos años a la fecha, ha existido la inquietud por reconocer las actividades
de otros modelos radiofónicos en nuestro país, tales como la radio pública o la
radio en las regiones, que también forman parte del modelo radiofónico mexicano.
Respecto
a la Radio Nacional u oficiosa, que estuvo en manos del Partido Nacional
Revolucionario (PNR), no existe un patrón definido para estudiar su desarrollo;
sin embargo, el inicio de la campaña electoral de Lázaro Cárdenas en 1933 hizo
época y dio inicio a la llamada “comunicación de masas” que estuvo presente a
lo largo de su sexenio y se reflejó en la misma XEFO Radio Nacional del PNR.
Durante el gobierno cardenista la radio mexicana se dio a la tarea de
convertirse en un medio de comunicación necesario para la política de Estado;
su conformación legal, comercial y económica, adquirió rasgos políticos únicos
que le permitieron un desarrollo óptimo en los años posteriores.
Uno
de los ejemplos más claros de que Lázaro Cárdenas utilizó los medios de
comunicación con fines propagandísticos, fue la creación del Departamento
Autónomo de Prensa y Publicidad que rigió toda la propaganda del Estado, tanto
en prensa como en radio y cine, durante los años que estuvo en funciones, de
1937 a 1939. Como ya se ha explicado, este organismo se vinculó estrechamente a
la presidencia de la República y tuvo la encomienda de centralizar la
información que procedía de todas las secretarías de Estado y departamentos,
además debía de procesarla de acuerdo a las características de la política del
gobierno y finalmente, su función fue en suma un medio de control.
Para
su encomienda, el DAPP puso en frecuencia dos radiodifusoras, bajo las siglas
XEDP de onda larga y en onda corta la XEXA. A estas estaciones de radio y a la
producción que el DAPP llevó a cabo en ellas, se les debe, entre otras cosas, la
creación de La Hora Nacional, que inició transmisiones el 25 de julio de 1937,
tras seis meses de planeación y pruebas. Las siguientes líneas tratarán el
desarrollo del proyecto radiofónico cardenista dentro del DAPP, y las actividades
de las estaciones de radio a partir de su programación, el proyecto de El
Teatro del Aire y el proyecto de La Hora Nacional.
En
esta investigación, la voz de Agustín Arroyo Ch., a través de su archivo particular,
es la encargada de proporcionarnos los datos de la política cardenista desde el
interior del DAPP, y en consecuencia, el uso que le dio a la radio a través de
las estaciones XEDP y XEXA. La consulta de estos documentos es fundamental para
conocer las funciones de Arroyo Ch. como director del DAPP, su organigrama, la
interrelación con las dependencias federales, y la relevancia para la política
de comunicación del estado cardenista. Estudiemos pues, a través de esa fuente
histórica, las actividades de la radio del DAPP.
Las estaciones XEDP y XEXA, modelos del
proyecto radiofónico en el gobierno cardenista.
Ya
hemos expuesto que la estación radiodifusora XEFO Radio Nacional del Partido
Nacional Revolucionario, llevaba la batuta en las labores de propaganda a favor
del gobierno y las secretarías de Estado. Esto, desde el inicio de sus operaciones
en 1931 y hasta la creación del Departamento Autónomo de Prensa y Publicidad
(DAPP) en 1937. Así pues, fue hasta esa fecha, cuando se pusieron en marcha las
estaciones del DAPP en marzo de 1937, cuando se comenzó a organizar una labor
propagandística del gobierno en la radiodifusión mexicana.
Lázaro
Cárdenas se ocupó de poner en marcha una política de comunicación, que organizó
las actividades que en ese ámbito realizaban las dependencias gubernamentales y
los medios de comunicación del gobierno, para hacer propaganda de sus programas
y proyectos. El DAPP fue el instrumento del que Cárdenas se valió para ello. Bajo
su organización quedó todo aquel organismo de difusión del que el Estado se
valiera como medio de comunicación; sus funciones incluían la dirección y
administración de todos los medios impresos, cine y radio del gobierno, y la
supervisión y autorización de los mensajes, discursos y propaganda que se difundieran
a través de todos los medios de difusión vigentes en México.
Los
ejercicios de radiodifusión con los que había experimentado Lázaro Cárdenas,
venían de la experiencia que tuvo con el manejo de la XEFO del Partido Nacional
Revolucionario mientras su desempeño como presidente nacional de dicho partido.
Es complejo definir a dicha estación de radio, puesto que actuaba como órgano
de poder público con intereses comerciales (Schiaffini,
2007, p. 103), y más correcto sería denominarla como el ejemplo
de radiodifusión oficiosa que encabezó la Radio Nacional. Sin embargo, el
proyecto radiofónico que vendría de la mano con el programa de gobierno
cardenista, no vería la luz sino hasta que pudiera surgir de la propia oficina
del presidente. Esto sólo fue posible a través de las funciones del DAPP, que para
su labor de propaganda puso en onda dos estaciones de radio, la XEDP y la XEXA.
Según
el decreto de creación del departamento, se integraron a éste las estaciones de
radio que estaban en manos de la Secretaría de Educación Pública, y del
Departamento de Salubridad Pública.
se recibieron con las formalidades
del caso, las estaciones radiodifusoras que habían venido funcionando como
dependencias de la Secretaría de Educación y del Departamento de Salubridad
Pública, procediéndose desde luego, a organizar sus programas conforme a las
nuevas modalidades de esta Dependencia (Memoria, 1937, p. 33).
La instalación de estas estaciones
radiodifusoras por parte del gobierno, se llevó a cabo en dos etapas. En la
primera, que comprendió del 16 de enero al 28 de febrero de 1937, se creó la
infraestructura necesaria y se reorganizaron las siglas radiofónicas. El 28 de
febrero mencionado, se recibieron formalmente los equipos y las frecuencias se
transformaron en la XEDP de onda larga, en 1080 kcs.,
y en la XEXA de onda corta, en los 6130 kcs., banda
de 49 metros. Con esto se alcanzó mejor tono en las transmisiones, lo que abrió
la posibilidad de adquirir un mejor auditorio.
y así se continuó desarrollando
esta actividad sin interrupción durante la primera etapa de su funcionamiento,
que comprendió del 16 de enero al 28 de febrero último, fecha en que se
clausuraron las estaciones para poder efectuar las mejoras y adaptaciones que
con urgencia demandaban los equipos; circunstancia que se aprovechó para
cambiar la frecuencia de la onda larga de 610 a 1,080 kilociclos, y las
iniciales XEXM a XEDP, conservándose las características de la onda corta (6,130
kcs. y XEXA) (Memoria, 1937, p. 33).
Se
entiende que, durante esta primera etapa, las estaciones pasaron por un periodo
de pruebas en la transmisión, que también se aprovechó para elaborar la
planeación de una programación que incluyera la participación de las
dependencias del gobierno federal. Después de ese par de semanas, el 15 de
marzo de 1937 se inauguraron la XEDP y la XEXA.
La segunda etapa de las radiodifusoras
se inauguró el 15 de marzo último, con un acto en el cual se encadenaron las
principales estaciones de la capital, y se difundió el programa de trabajo que
desde entonces se desarrolla y que fue explicado personalmente ante el micrófono
por el titular de esta Dependencia, en una breve exposición. A este acto
concurrieron altos funcionarios de las Dependencias del Ejecutivo, quienes
también se dirigieron al auditorio exponiendo sus respectivos programas de
acción.
Se formó un horario general
para reglamentar los programas de cada una de las Dependencias del Ejecutivo e
Instituciones semioficiales, señalado, de acuerdo con las necesidades de las
mismas y tomando en cuenta la cooperación artística de las que disponen de elementos
de tal naturaleza, como son las Secretarías de Educación Pública, de
Comunicaciones, de Guerra y Marina, y de los Departamentos del Distrito Federal
y Agrario, y con las actuaciones de otros elementos artísticos pagados por este
Departamento.
Para coordinar la colaboración
de las Dependencias del Ejecutivo, haciéndoles las sugestiones del caso, se
aprovechó el receso de las estaciones entre la primera y segunda etapas
mencionadas, tanto para lograr que oportunamente remitieran a este Departamento
su material escrito de propaganda para ser difundido durante las transmisiones
de sus respectivos programas, como para orientar estas labores y adiestrar a
los empleados encargados de la recopilación de datos y formación de este mismo
material.
Para seguir el plan trazado
de afirmar los lazos de amistad entre nuestro país y las naciones extranjeras,
se reanudaron los conciertos dominicales en cadena con la Estación XECR de
Chapultepec y las del Partido Nacional Revolucionario XEFO y XEUZ, y del Buen
Tono, S. A., XEB y XEBT, que gentilmente cooperan en este acto. En estas
audiciones se ha invitado siempre a destacadas personalidades oficiales,
científicas y del Cuerpo Diplomático, para sustentar conferencias alusivas a
los programas que se desarrollan en estas transmisiones, que han dado
excelentes resultados, como lo demuestran los numerosos reportes que se reciben
constantemente, siendo la mayoría de ellos, procedentes del extranjero.
Generalmente en estos conciertos, han tomado parte las bandas de música de la Secretaría
de Guerra y Marina, y los elementos artísticos de la Policía del Distrito
Federal, especialmente cuando se ha tratado de programas dedicados a Repúblicas
hermanas, en los que se incluye la ejecución de sus respectivos Himnos
Nacionales (Memoria, 1937, p.
33).
Todo
lo anterior supuso un enorme acontecimiento en el mundo de la radio en nuestro
país, ya que implicó exponer que el gobierno poseía una infraestructura
radiofónica con mayor potencia en las frecuencias, equipo de vanguardia, e hizo
alarde de alcanzar transmisiones radiofónicas al unísono, que se escucharan en
casi todo el país, logrando formar una “cadena nacional” de radiodifusión con
las estaciones radiodifusoras en México. Asimismo, se hizo alarde de una
programación radiofónica definida y con un objetivo claro, que era dar a
conocer las acciones del programa del gobierno.
La
XEDP y la XEXA, se convirtieron en las estaciones radiodifusoras más
importantes en la historia de la radiodifusión mexicana, en lo que a la
difusión de la propaganda del gobierno se refiere. Ellas tuvieron el papel
central dentro de la difusión masiva de la propaganda del gobierno.
El
horario de las transmisiones de estas estaciones fue de 7:30 a las 23.00 horas,
todos los días. La programación estuvo nutrida en su mayoría, por los programas
que se produjeron desde las secretarías y departamentos de Estado. Cada una de
ellos, realizó informes de sus labores y de los proyectos que llevaría a cabo;
el departamento y el equipo de la oficina de Radio se encargó de mezclarlos con
piezas musicales de diversos géneros (Mejía, 1989, p. 71).
Sin saber a ciencia cierta a quién se dirigía, ya que se desconocía el tipo de
auditorio que estaría interesado en escuchar a las estaciones del DAPP, la
noche de la inauguración el Jefe del Departamento, Agustín Arroyo Ch., dio un
discurso en el que expuso la forma en al que se llevaría a cabo la política
radiofónica, y cómo sería el plan de trabajo.
se trata de buscar la
manera de hacer conocer a todo el país, y a todo el extranjero, cada uno de los
actos del Gobierno en la misma forma, en los mismos términos, de tal suerte que
a cada quien le llegue la información que da el Gobierno, o la tesis que
sustenta, se forme un solo criterio (XEDP, 16 de marzo de 1937).
Arroyo
Ch. hizo un reconocimiento a Lázaro Cárdenas, y a la vocación del equipo en el
que se apoyaron para poner en acción el concepto radiofónico que estaban inaugurando.
Enfatizó que uno de los propósitos de las estaciones era unificar el
pensamiento nacional (López, 2002, p.115).
Cabe
destacar que las palabras de Agustín Arroyo Ch. durante la inauguración de las
estaciones del DAPP, no fueron sólo eso, agradecimiento al general Cárdenas y
exposición de motivos sobre el proyecto radiofónico, sino que también se
encargó de caracterizar a la radio del gobierno, cosa que si bien había
sucedido en los tiempos cuando el PNR se valió de la Radio Nacional como vocera
del partido, haciendo uso de ella como medio de difusión oficioso, no se había caracterizado
antes a alguna estación de radio como un órgano del Ejecutivo.
La Revolución Mexicana en
marcha abre por este procedimiento uno de sus medios, en nuestro concepto más efectivo,
para constituirse en vocera de sus actos; la Revolución Mexicana en marcha, que
no tiene otro propósito que el de hacer más efectiva distribución de la
riqueza, trata a toda costa, por medio del convencimiento, por medio de la
verdad, por medio de la razón, de llegar a todas partes (XEDP, 16 de
marzo de 1937).
Así
pues, para el gobierno cardenista, la radio del DAPP se convirtió en el vocero
oficial y medio más efectivo para dar a conocer sus acciones. En este discurso
quedó plasmado que radiodifusión y Revolución Mexicana, fueron colocadas al
mismo nivel por el régimen. La radiodifusión, como el movimiento del que había
emanado el Partido Nacional Revolucionario, se caracterizaron de la misma
forma: el convencimiento, la verdad, y la razón.
Durante
las dos primeras etapas de trabajo de las Estaciones del DAPP, que comprenden
el inicio de las transmisiones de la XEDP y la XEXA, de enero a agosto de 1937,
se transmitieron 2,570 programas, 30 conciertos especiales de Relaciones, 6
cadenas de la Hora Nacional, y 123 controles remotos, con 1,980 horas de
transmisión, más los preparativos necesarios para producir una cadena radiodifusora
especial, en el que se transmitiera el informe presidencial del 1o de
septiembre de ese mismo año (Memoria,
1937, p. 39).
Programación
El
contenido informativo de las programaciones de la XEDP y la XEXA del DAPP,
estaba nutrido de los mensajes que se enviaban de todas las dependencias del
gobierno. Los mensajes que se recibían, procedentes de los departamentos
oficiales, se concentraban en la Oficina de Información del DAPP, y de ahí se distribuían
a los órganos del DAPP para darles el tratamiento que requerían. Por ejemplo,
lo que iba hacia las radiodifusoras XEDP y XEXA, se trabajaba en el
departamento de Radio; lo que iba hacia los boletines de información, se iba al
departamento de Prensa; la propaganda cinematográfica, al de Cine, y así sucesivamente.
Hablemos de un ejemplo del manejo de información, dentro del DAPP, y el papel
que jugó la radio en ésta.
Un
Proyecto de Organización de la Oficina de Divulgación, de 1938, sugería al Jefe
del Departamento, Agustín Arroyo Ch., modificar la oficina de divulgación en un
esquema horizontal, que permitiera a la radiodifusión manejar la misma
información que el “Directorio y Distribución” y la “Propaganda Diversa”. A lo
largo del proyecto y memorándum, el Jefe de la Oficina de Divulgación, Quintín
Rueda, se dirige a Arroyo Ch., dejando en claro que las sugerencias que se
permite hacerle, fueron “tendientes a lograr un mejor engranaje de los núcleos
integrantes, para alcanzar el grado de perfeccionamiento que anima nuestros
esfuerzos desde el difícil período de la organización de este Departamento” (DAPP,
22 de octubre de 1938).
En
el documento es evidente la preocupación que existía por mantener un óptimo manejo
de la información, por lo que el peso que tiene la radiodifusión para la dependencia,
y consecuentemente para el régimen, es superior al que tienen otras oficinas.
En materia de
radiodifusión, aunque su crecimiento pueda demandar la formulación de otra
Oficina, siempre será indispensable que dependa de una superior intermedia, que
reciba las orientaciones de la Jefatura del Departamento, y que, al
transmitirlas, cuide su debida interpretación al través [sic.] de los programas de las difusiones y de los múltiples
aspectos que encierran estas actividades, íntimamente ligadas con los demás vehículos
de la publicidad moderna (DAPP, 22 de octubre de 1938).
Por
lo que, es evidente que los derrames informativos provenían de todas las
dependencias oficiales, eran concentrados en la Oficina de Divulgación, y de
ahí se enviaban a las oficinas correspondientes para ser emitidas por el DAPP;
en el caso de los boletines radiofónicos, la información era redactada a manera
de guiones radiofónicos, que nutrirían la programación de las estaciones XEDP y
XEXA. En dicha programación, cada oficina de gobierno daba razón de sus
actividades y programas, y al mismo tiempo se transmitían cápsulas musicales de
varios géneros (Mejía, 1989, p. 71).
Por
ejemplo, hablemos del caso de la Secretaría de Relaciones Exteriores. Previo a
comenzar a trabajar con el DAPP, y enviar sus informaciones para que fueran distribuidas
como propaganda del gobierno, el Secretario Eduardo Hay entabló comunicación
con el jefe del Departamento, Agustín Arroyo Ch., para tratar cuestiones de la
distribución de propaganda sobre la materia de comunicación exterior al
interior del país, y en los países extranjeros.
El
Secretario Eduardo Hay le solicitó que girara una disposición “que fije, con
carácter definitivo y permanente, la forma de hacer la distribución de aquella
propaganda, [ya que] la distribución de que se trata tendrá que estar casi
siempre a cargo de terceras personas” (E. Hay a Agustín Arroyo Ch. y
respuesta, 20 de enero de 1937). La preocupación del Secretario
se centró en la forma en la que se distribuiría la propaganda gubernamental al
exterior del país, determinada cuando le expresó que
Hay propaganda que no se
puede hacer indistintamente ni en cualquier tiempo a todos los países, pues por
circunstancias especiales muchas veces podrán obtenerse resultados
contraproducentes. Hay propaganda también que, si puede dar buenos frutos en un
país, en cambio, resultaría inconveniente en otros y sólo crearía asperezas,
como ya ha ocurrido, en nuestras relaciones internacionales. En fin, las
razones son tan obvias, que me parece ocioso enumerarlas ante un criterio tan
comprensivo como el de usted. Repito que para la cordialidad de relaciones entre
ese Departamento y esta Secretaría, ni usted ni yo necesitamos de reglas
escritas; pero como se trata de una previsión que no afecta para nada a nuestras
personas, estimo que halle usted enteramente fundada, como la considero yo, la
resolución presidencial que me permito enviarle (E. Hay a Agustín Arroyo
Ch. y respuesta, 20 de enero de 1937).
Arroyo
Ch. respondió a su carta, expresándose de acuerdo con la petición que el Secretario
le solicitó, y agregó que cualquier acto de propaganda o publicidad hacia el
exterior del país, y fuera del país, se haría apegada al acuerdo que habían
suscrito con el presidente Cárdenas (E. Hay a Agustín Arroyo Ch. y respuesta,
20 de enero de 1937).
Meses
más tarde, en la Memoria del Departamento
de Prensa y Publicidad, que Agustín Arroyo Ch. en su carácter de Jefe del
Departamento, presentó al Congreso de la Unión, se expuso las labores que llevó
a cabo a través de cada una de las oficinas que conformaron al DAPP. Respecto a
la oficina de radiodifusión, y a las estaciones XEDP y XEXA, Arroyo Ch. expuso la
mayoría de las programaciones, musicales e informativas, y la forma en la que
se organizaron. Sobresale la mención sobre los programas preparados junto con
la Secretaría de Relaciones Exteriores, en la que se destaca la participación
de los funcionarios de gobierno.
En los conciertos de
Relaciones se difundieron aspectos tan importantes como las conferencias
sustentadas por la Delegación de México al Congreso de Consolidación de la Paz,
celebrado en Buenos Aires, Argentina; la documentada disertación que sobre
turismo expuso el Excelentísimo señor Embajador de los Estados Unidos de Norteamérica,
Josephus Daniels; la conferencia sobre la solución
del problema agrario en la Baja California, pronunciada por el Titular del
Departamento Agrario; y otras muchas igualmente interesantes, dictadas tanto
por funcionarios nacionales como por diplomáticos extranjeros acreditados en el
país (Memoria, 1937, p. 39).
Asimismo,
las estaciones del DAPP implementaron transmitir conciertos dedicados a
fomentar el turismo en México, alentando a los radioescuchas a viajar visitando
las ciudades del país, a través de los itinerarios de las carreteras nacionales.
También se transmitieron programas sobre turismo para transmitirse los
domingos, por la estación de radio XECR de la Secretaría de Relaciones
Exteriores, que fueron organizados por el DAPP, su labor traspasó la frontera
de sus propias estaciones radiodifusoras.
La radiodifusión ha sido
aprovechada dedicándose diariamente media hora al turismo, para transmitir en
inglés y en español breves textos descriptivos de las regiones del país,
siguiendo los itinerarios que marcan en su desenvolvimiento las principales
carreteras. Este material, preparado para el objeto, servirá asimismo como base
para el desarrollo futuro de la propaganda, elevándose con este hecho la
importancia documental que tiene. Además, se han efectuado transmisiones
dominicales sobre turismo por la estación de la Secretaría de Relaciones
Exteriores, organizadas por este Departamento (Memoria, 1937, pp. 54-55).
Hablemos
sobre el contenido de la programación que se transmitió por las estaciones
radiodifusoras del DAPP. Éstas estuvieron avocadas principalmente en un trabajo
populista porque su contenido fue dirigido principalmente hacia los sectores
populares, y se intentó ser voz de la expresión de sus intereses. Debemos
considerar que además de lo anterior, las estaciones no perdieron el carácter
paternalista que caracterizó al gobierno cardenista. Es evidente que el
gobierno consideró al Estado como el ordenador obligado de dichas clases
sociales.
Efectivamente
hubo rasgos en el contenido de las transmisiones de la XEDP y de la XEXA, que
tuvieron que ver con los intereses de la sociedad y de la nación; y es notable
que las programaciones reflejaron una voz progresista en algunos momentos de su
vida en el cuadrante. Aún con esto, es obligación nuestra matizar ciertos
aspectos del contexto político. No queda aún claro que las políticas
cardenistas respecto a los medios de comunicación hayan sido democráticas, en
el sentido y extensión de democracia
como lo conceptualizamos en la actualidad. Eso no figuró dentro de los pendientes
del presidente Cárdenas. Aun cuando el gobierno se empeñó en transmitir sus
mensajes al grueso y ancho de la República Mexicana, sin importar la clase
social al que perteneciera el radioescucha, la política de comunicación emanada
del cardenismo no alentó a una expresión libre de dichas clases sociales por
medio de la radiodifusión (Mejía, 1989, p. 72).
De
esta manera, como ya mencioné, el proyecto cardenista en materia de radiodifusión
estuvo empeñado en controlar y centralizar la información oficial. En ningún
momento propició la emisión de opiniones libres, provenientes de cualquier
esfera social o nivel de gobierno.
El Teatro del Aire.
Le quiero dar a la audiencia una
idea –indirecta– acerca de la escena. Nada más eso. Les das demasiado y no van
a contribuir con algo. Si les das tan sólo una sugerencia, los verás trabajando
contigo. Eso es lo que le da al teatro significado; cuando se convierte en un
acto social.
Orson Welles.
Analizando
las tendencias de vanguardia de la tecnología, podemos pensar en los aparatos
electrónicos que tenemos a la mano, que día a día han contribuido para hacernos
la vida cotidiana más sencilla. Pienso así en las máquinas de escribir
portátiles, y en cómo influenciaron en el oficio de los periodistas, reporteros
y escritores. Pienso después en la estufa de gas y más adelante en los
electrodomésticos, en cómo su introducción en el hogar revolucionó el quehacer
del ama de casa. Y no puedo dejar de considerar la importancia que tuvo el
aparato de radio en la vida cotidiana de las personas.
Mas
allá de ofrecer la información, las noticias, lo acontecido, al alcance del
oído, la radiodifusión vino a transformar el rato de ocio en las familias
mexicanas. Programación musical o conciertos en vivo, piezas de banda de guerra
o de folklor nacionalista, la radio se convirtió en el centro de
entretenimiento del hogar común en nuestro país, sin pensar en las clases
sociales o si se escuchaba en la morada citadina o en el cobijo de la tierra
adentro.
El
entretenimiento no fue sólo musical, se puede hablar de que el modelo radiofónico
mexicano incluyó en sus programaciones conferencias de temas diversos, según el
tono de la estación por la que se transmitían, en las que el radioescucha
encontró reflexión, esparcimiento y algo de educación. También se consideraron piezas
literarias, que en su mayoría fueron recitaciones de poesía, que muchas veces
eran incluidas en las programaciones con declamadores en vivo en los estudios
de las radiodifusoras.
Un
importante espacio en la historia de la radiodifusión mexicana lo tienen las
radionovelas, y cabe ahora hacer una pausa para hablar, sin intenciones de
entrar en temas que no incumben a esta investigación, del teatro radiofónico.
Novela
o teatro por radio, significa analizar el uso de la literatura por este medio
de comunicación. Literatura y radio tienen gran afinidad: los dos se nutren con
el uso de la palabra, son capaces de construir historias, tienen la maravillosa
facilidad de echar a andar la imaginación hacia mundos inimaginables. Cuando la
radio se mezcló con el teatro, se logró transmitir obras completas. Fue ahí
cuando nació el género “radio teatro” tal y como lo conocemos ahora. En ese
momento comenzaron a adaptarse las obras de la literatura universal, en obras
de guiones radiofónicos para transmitirse a través de la radio.
Las
estaciones XEDP y XEXA del DAPP, en su papel de radiodifusoras estatales, se
les encomendó no sólo la transmisión de boletines e informes gubernamentales,
sino un quehacer educativo que también pudiera proporcionarle a los radioescuchas
algo de cultura literaria, cívica y musical. Para las transmisiones de teatro
radiofónico del DAPP, el jefe del Departamento, Agustín Arroyo Ch., aceptó el
proyecto que le propuso Armando de María y Campos, quien como Cárdenas y el
Partido Nacional Revolucionario, traía la experiencia radiofónica del trabajo
que llevó a cabo en la XEFO Radio Nacional del mencionado partido.
De
hecho, El Teatro del Aire se concibió
de esa forma en el mes de abril de 1936, cuando De María y Campos les propuso a
los directores de la XEFO, la creación de un teatro del aire. En palabras del
autor, se acercó a esa estación por ser "la radiodifusora oficial menos
contaminada que las otras del país por la influencia de los agentes vendedores
de tiempo y de aire" (De María, 1937, p. 8).
El
partido y la estación le dieron a Armando de María y Campos el reconocimiento
que lo alentó a continuar con su iniciativa cultural, de transmitir un teatro
por radio.
Lleno de fe y de
entusiasmo, sufriendo la irónica indiferencia que rodeaba mis actividades, empecé
a transmitir teatro breve adaptado o escrito especialmente para el micrófono,
con gran éxito de público y de intriga en la Radiodifusora. Vinieron después
frases de aliento y el apoyo moral de un gobernante comprensivo y generoso, el
licenciado Emilio Portes Gil, declarando en su informe anual del P.N.R., que el
Teatro del Aire era servicio oficial, establecido “con fines culturales y como
desarrollo del gusto por el teatro” (De María, 1937, p. 8).
Hablemos
un poco del contexto político de la época. Recordemos que el régimen cardenista
se empeñó en promover una enorme campaña educativa. Dicha campaña requería de
diversos apoyos, que no era posible que el gobierno en su totalidad pudiera
abarcar. El DAPP, con sus estaciones de radio y el aparato de gobierno que puso
a trabajar, se convirtieron en esos apoyos que era necesario alcanzar. Aun
cuando no se propuso que la radio fuera educativa, el DAPP fortaleció los
programas educativos del gobierno.
Debemos
tener en cuenta que en esos años el concepto de radiodifusión cultural no
existía como existe en la actualidad. Por ello no se puede decir que el DAPP se
haya propuesto lanzar una radiodifusora de ese tipo. Sin embargo, la labor que
se hizo para reforzar los valores nacionales y la cultura mexicana resultó
extraordinario. En general, en el horizonte radiofónico de la época, es notable
que todas las estaciones sin importar si eran estatales o comerciales, se
desempeñaron acorde con el planteamiento del gobierno. Así, como ya lo hemos mencionado,
a las frecuencias de la XEDP y XEXA del DAPP se sumó El Teatro del Aire, el
cual pronto tuvo eco no sólo en el auditorio mexicano sino también al exterior
del país, y fue tomado como ejemplo para programaciones culturales en países de
Centroamérica, por ejemplo.
De las labores que viene desarrollando
el Departamento Autónomo de prensa y Publicidad que tienen más interés cultural
indudablemente sobresalen las de radio y entre esta línea el Teatro del Aire
que usted dirige.
La radiodifusora HP5H “La
Voz del Pueblo” -6122Kc.- viene desarrollando una labor cultural-popular y de allí
nuestra solicitud al mayor material posible del Teatro del Aire del DAPP, que
tendrá su resonancia benéfica en Panamá donde se conoce poco, a pesar de que se
lo aprecia mucho, a México.
Confiamos señor don Armando
de María y Campos como director del Teatro del Aire, su colaboración y amable
envío del material disponible, deseando todo género de éxitos en la labor
cultural que dirige (de María y Campos a Agustín Arroyo Ch., 5 de septiembre de
1939).
El
teatro radiofónico era un tipo de programación bien conocido por los radioescuchas
de la época, ya que las estaciones estatales mexicanas lo habían difundido
desde tiempo atrás. Y sin embargo, existe una excepción. El teatro radiofónico
que Armando de María y Campos impulsó era distinto a las obras adaptadas para
la radio, ya que propuso formas y fondos distintos. De María y Campos proponía
obras teatrales al estilo europeo, que fueron escritas especialmente para ese
medio y no que fueran solamente adaptadas para su transmisión.
Tengo el gusto de
adjuntarle dos crónicas que sobre transmisiones de óperas por radio, una, y la
importancia que se le sigue dando en Europa a la radiocomedia,
la otra, con el propósito de que usted se entere que sigo estudiando y estoy
pendiente de cuanto en el extranjero se hace en esta materia, con la firme
esperanza de que usted llegue a aprovechar mis conocimientos y fé [sic.] en el
éxito que habremos de alcanzar, en la más pronta oportunidad. Durante la Hora
Nacional se podría transmitir mensualmente el arreglo radiofónico de alguna
ópera mexicana, siguiendo un órden [sic.] cronológico que se resolvería en
una breve historia de la ópera de autores mexicanos. Con respecto a la radiocomedia, que como usted sabe y por atención de usted
transmití dos ocasiones por las estaciones del DAPP, le ruego piense si ya es
oportuno que reanude estas transmisiones (de María y Campos a Agustín
Arroyo Ch., México, 20 de julio de 1938).
Para
el autor, las obras que eran simplemente adaptadas para la radio no permitían
crear atmósferas que el radioescucha pudiera “mirar”. Armando De María y Campos
definió el radioteatro de la siguiente manera:
Carecen de movimiento
material. Sus situaciones no pueden ser ni cómicas ni dramáticas por la acción
física de los actores. Todo está confiado a la palabra, que explica tantas
cosas, no por la siempre y bien combinada agrupación de letras, sino por los matices
que la alientan. No hay decorados, ni vestuario, ni atrezo en el teatro radiofónico,
porque el escenario es la ilimitada extensión del espacio (De María, 1938,
p. 12).
Partiendo
de los antecedentes de teatro radiofónico en México, la XEDP y la XEXA
incluyeron en su programación a “El Teatro del Aire” tal y como lo impulsó De
María y Campos. La primera temporada se inauguró el 26 de octubre de 1938, y
fue transmitida una vez a la semana, los miércoles, a las 21 horas. Un ejemplo
de su programación es la siguiente:
Tres hombres en el espacio. Radiocomedia
italiana de Carlo Manzini difundida por las
estaciones EIAR [Ente Italiana per le Audizioni Radiofoniche]. Bellísimo relato de una ascensión a cien mil
metros de altura, en la que mueren los tres tripulantes de un avión.
Viernes por la mañana. Radiocomedia
inglesa de Val Guieguld, difundida en Londres en
1932. Esta comedia está considerada como ejemplo típico del empleo de ruidos
apropiados para el buen ambiente de los diálogos. Sus principales escenas se
desarrollan a bordo de un avión que sufre averías en el aire y viene a tierra.
Germinal. Radiocomedia belga
de P. Hubeermont, difundida en Bruselas en 1935. Es
un canto escenificado al trabajo. Con acompañamiento de orquesta. Música
onomatopéyica.
El primer viaje de Mozart. Radiocomedia
holandesa de Toom Rammelt,
difundida en Amsterdam en 1935. Refiere pintorescas
escenas de Mozart a su salida de Salzburg, en su
viaje a través de la Europa occidental, en compañía de su padre, su madre y una
hermana suya. En esta pieza se trata especialmente de su estancia en los Países
Bajos, de su enfermedad, de su visita a la Corte y de su salida de La Haya,
durante las grandes fiestas que tuvieron lugar en homenaje al príncipe Stathouder. Música de Mozart.
Las rapsodias de Liszt. Radiocomedia
holandesa de Willy d’Ablaing, difundida en Amsterdam en 1935. Esta obra da una idea del desenvolvimiento
del singular talento musical de Francisco [sic.]
Liszt, como Wagner y otras muchas. Música de Liszt.
Noche de angustia. Radiocomedia
mexicana de José Manuel Ramos, inspirada en un cuento de Mary Roberts Rinehart, que se difundirá por primera vez. Pieza de
intensidad dramática, casi guignol radiofónico, sobre un tema pasional: un
hombre mata por hambre, se esconde en su casa y la esposa no se atreve a delatarlo.
Tartarín de Talascón. Radiocomedia checoeslovaca de Karel Capoun,
difundida en Praga en 1934. Es la escenificación de las más inquietantes
escenas de este histórico viaje científico.
Louis Pasteur. Radiocomedia
checoeslovaca, de Lad Purkrabek,
difundida en Praga en 1935. Escenificación de la vida del gran hombre de
ciencia.
Leonardo Da Vinci. Radiocomedia
checoeslovaca, de Job Yodlieka, difundida en Praga en
1935. Escenificación de la vida de este gran artista (DAPP, 1936,1937,
1938”).
Se
puede considerar que una de las intenciones del DAPP al incorporar este tipo de
programaciones en sus estaciones de radio, también fue, como lo mencionamos
anteriormente, alentar al público con programas de culto y “educarlos” para
este tipo de mensajes. Tomemos nuevamente el ejemplo de la resonancia que tuvo
El Teatro del Aire en Panamá.
Como prueba de que esta
labor no ha caído en terreno estéril, me permito ajuntar a ésta, copia de una
carta que hoy mismo recibí de Panamá, y en la que se me pide proporcione a una
Estación Panameña material del Teatro del Aire. Lo interesante no es esta
solicitud sino la apreciación que se hace sobre la labor de interés cultural
que desarrolla el Dapp en materia radiofónica y de la
que en Panamá destacan el Teatro del Aire (de María y Campos a Agustín
Arroyo Ch., 5 de septiembre de 1939).
Sin
habérselo propuesto, el DAPP marcó una diferencia en la programación
radiofónica de la época, misma que permite hacer una comparación entre las
estaciones oficiales y las comerciales. El DAPP con sus estaciones, propició la
educación y experiencia de los actores radiofónicos que en un futuro muy
cercano trabajarían en los estudios de la radio comercial. Entonces los
programas radiofónicos de las radiodifusoras del DAPP, aparecen como un
trampolín de talentos, hacia la radiodifusión privada.
La Temporada de Primavera
de Teatro del Aire ha constituido un éxito verdaderamente inusitado en nuestro
medio radiofónico. Se ha desarrollado exactamente como estaba previsto en el
plan general, tomando parte en élla [sic.] nuestros más eminentes artistas y
otros que se han sumado a nuestro elenco. El programa de obras radiofónicas ha
gustado en general, y las de los autores mexicano que en esta modalidad hacen
sus primeras armas, no han hecho papel desairado al lado de las obras tipo de
autores extranjeros que he presentado.
Sin sombra de adulación le
aseguro a usted, que estas temporadas de Teatro del Aire han rendido más frutos
que todas las de la Comedia Mexicana, y otras mas o menos nacionalistas,
generosamente ha patrocinado su DAPP (de María y Campos a Agustín Arroyo
Ch., 12 de mayo de 1939).
Con
todo y la dificultad que presentó el proyecto educativo cardenista para
llevarse a cabo, es notable que alcanzó esferas sociales como nunca antes en la
historia de nuestro país. Un instrumento para llevar a cabo este proyecto
educativo y cultural, fueron las estaciones XEDP y XEXA. Aun cuando la programación
diaria se propuso dar a conocer las acciones del gobierno, los programas
transmitidos los domingos adquirieron una audiencia inesperada para el
gobierno. Era un panorama inexplorado por los productores de la radio
gubernamental. Frente a esta oportunidad se impulsó la programación dominical, y
fue así como se creó La Hora Nacional.
La Hora
Nacional.
La
vida del DAPP fue corta en comparación de los alcances que tuvieron sus
funciones de departamento autónomo, y enorme alcance que tuvieron sus estaciones
de radio. Uno de estos alcances de la radio del DAPP, fue la creación de uno de
los programas más antiguos que todavía transmite el gobierno mexicano, me
refiero a La Hora Nacional.
Paralelamente
a la creación y organización del DAPP, el gobierno planeó la creación de un
programa radiofónico semanal que llegara a todos las regiones del país. Se
propuso que dicho programa sirviera para que el gobierno diera a conocer sus actividades.
El programa se llamó La Hora Nacional. Su producción, difusión y producción
técnica, le fueron encomendadas al DAPP. Era fundamental contar con la
infraestructura necesaria para que fuera posible “encadenar” en una misma
transmisión a 93 estaciones comerciales y once gubernamentales. La primera
transmisión de La Hora Nacional fue la noche del 25 de julio de 1937, desde los
estudios de la XEDP del DAPP, que fue la encargada de enlazar la transmisión
con las demás estaciones radiodifusoras.
Como
jefe del DAPP, Agustín Arroyo Ch. fue el primer director de La Hora Nacional.
En sus propias palabras, los objetivos del programa serían “dar a conocer la
doctrina de la Revolución Mexicana y la forma de ser aplicada en cada una de
las ramas de la Administración Pública para el servicio de la colectividad
mexicana”. Arroyo Ch. fungió como director del programa el mismo tiempo que
permaneció al frente del DAPP, hasta el 30 de diciembre de 1939.
Secundando los lineamientos
que el C. Presidente de la República tuvo a bien marcar en materia de radiodifusión,
por primera vez en la vida del radio en México, este Departamento logró organizar
y llevar a cabo una gran cadena radiodifusora con todas las estaciones
existentes en la República, estableciendo “La Hora Nacional”, que se difunde
todos los domingos de las 22 a las 23 horas, con música popular mexicana y de
otros géneros, de los más destacados compositores nacionales, música
internacional debidamente seleccionada, y disertaciones sobre temas de
palpitante actualidad y trascendencia nacional. En el acto inaugural de estas
transmisiones, el C. Jefe del Departamento pronunció ante el micrófono las
siguientes palabras:
“Debido a la valiosísima
cooperación que mucho agradecemos de todas las estaciones de radio instaladas
en el País, unas encadenadas por líneas directas y otras retrasmitiendo, puede
el Departamento de Prensa y Publicidad inaugurar esta “Hora Nacional” que a
partir de esta fecha y domingo a domingo aprovecharemos para dar a conocer
asuntos de importancia trascendental para todo el País, al mismo tiempo que
para difundir seleccionados conciertos musicales.
[…]
Con todo y ser muy elevada la
cantidad de millones que la Nación aplica al ramo de Educación Pública, es
insuficiente para atender todas las necesidades de millones y millones de niños
y adultos que reclaman instrucción y como ni empleando todo el presupuesto
gubernamental podría satisfacerse el establecimiento y sostenimiento de los
planteles educativos indispensables, urge una cooperación más entusiasta por
parte de los elementos particulares, ora dando su aportación para construir nuevos
edificios, ora allegando mobiliarios o bien substituyendo con material escolar
la falta de él en algunas escuelas de los más apartados lugares del país.
[…]
El destino marcó a la
Nación Mexicana esta hora de vida en que por sobre todas las inquietudes se
perfila el deseo de perfección encuadrado en normas de humanismo cordial; no
hay que desaprovecharla; sigamos gallardamente la trayectoria trazada por
nuestros mayores para responder así, con satisfacción la consigna que tenemos
hacer de este México una entidad universalmente fuerte y moralmente
indestructible.
Y que estas palabras
alcancen también a nuestros connacionales allende las fronteras, con el reclamo
de que en tanto se reintegren materialmente a su patria, fortalezcan su
espíritu en el recuerdo de la misma y así, en donde quiera que estén
dignifiquen el nombre de la tierra que los vio nacer y en la cual, maestros,
soldados, obreros y toda una falange de hombres de carácter bien templado, van
en marcha decidida hacia la conquista de un futuro mejor (Memoria, 1937, pp. 33-39).
Como
mencioné en el apartado anterior, la radiodifusión ocupó un papel predominante
en la política de comunicación de Lázaro Cárdenas. Estuvo siempre convencido
del éxito que significaba la transmisión de mensajes a través de la radio. Esta
actividad permanente de transmitir mensajes oficiales por radio se convirtió en
un hábito del gobierno desde los años veinte. Por ejemplo, a partir de su
primer mensaje de Año Nuevo después de tomar la presidencia en 1934, se repitió
año con año durante toda su administración.
La
experiencia radiofónica del partido en el poder venía de tiempo atrás,
concretamente del periodo en el Cárdenas fungió como presidente del Comité Ejecutivo
Nacional del Partido Nacional Revolucionario. Durante ese periodo inauguró, el
31 de diciembre de 1930, la estación de radio del partido, la XEFO (Martínez,
2010, p. 61), misma estación que él utilizó durante su gira durante la campaña
electoral rumbo a la presidencia de la República.
A
partir de la lectura y análisis de fuentes históricas, se comprende que Lázaro
Cárdenas buscaba que la radiodifusión estatal, o del gobierno, su gobierno,
fuera distinta al modelo radiofónico comercial de aquella década; se entiende también,
sobre todo después de conocer el contenido del Archivo Histórico de Agustín
Arroyo Ch., que era imperante para el gobierno administrar y producir un modelo
radiofónico que fungiera como herramienta para comunicar a todo el pueblo las
políticas públicas del régimen además de fomentar la educación y la cultura a
través del mismo medio.
No
se debe soslayar el hecho de que el General Francisco J. Múgica fungió como
secretario de Comunicaciones y Obras Públicas. En ese sentido, entiendo que las
tareas estipuladas a Múgica fueron también elaborar un balance del sistema de
radiodifusión mexicano. En el documento “La radiodifusión y el Estado”, Múgica
expone que “se establecen los criterios para que el Estado, apoyado en una legislación
que considera parte de la nación el subsuelo y el espacio que ocupa su
territorio asumiera el control indiscutible de la naciente industria de la
radiodifusión” (Mejía, 1989, pp. 76-77). Si bien Múgica elaboró y
presentó este estudio, se encuentra en la literatura que no se llevaron a la
práctica los pronósticos y balances que estimó; sin embargo, considero que es la
antesala de la producción de La Hora Nacional, de modo que la presidencia no
dejó de insistir en un tipo de programación radiofónica que tuviera el
propósito de fortalecer las políticas sociales y educativas para los mayores
sectores de la sociedad. De esta manera, la primera transmisión de La Hora
Nacional se llevó a cabo el 25 de julio de 1937 a las diez de la noche.
La
Hora Nacional fue anunciada en una llamativa campaña en la prensa oficiosa de
la época, en la cual se presumió de ser el primer programa de radio proyectado
para ser escuchado a lo largo y ancho del país “a través […] de las 102
estaciones radiodifusoras establecidas en el país” (El Nacional, 23 de julio de 1937, p.1, 1ª plana ). Entre dichas estaciones
se contaban las dos del DAPP, nueve oficiales más y 91 concesionadas o privadas
(López, 2002, p. 134). Como lo vislumbró el Jefe del DAPP, La Hora Nacional traspasó
la frontera del Río Bravo, y pronto las noticias se hicieron escuchar en la
oficina de Agustín Arroyo Ch.
El importante Diario “La
Opinión”, de Los Ángeles, Calif., publica en esta
fecha la noticia de que dicho su Departamento ha organizado programas semanales
de conciertos por radio, usando todas las Estaciones difusoras de nuestro país,
de diez a once de la noche, todos los domingos, habiendo ya tenido el inmenso
gusto de escuchar anoche el primero, desde estas tierras agenas
[sic.] y desde las que tanto añoramos
las nuestras (Villaseñor a Agustín Arroyo Ch., Agosto 2 de 1937).
Lograr
este encadenamiento de radiodifusoras fue toda una hazaña que sólo se logró con
el apoyo de los empresarios radiofónicos privados, aunque en los archivos de SCOP
únicamente aparezca el crédito de dicha hazaña técnica al DAPP, también se apoyaron
en la red de cableado telefónico que operaban las compañías Ericsson y Mexicana.
Se
anunció también que el nuevo programa sería escuchado por toda la población,
esto generó mucha expectación entre los radioescuchas. Los productores de la
radio del gobierno realizaron un cálculo de los radiorreceptores registrados en
el país, por lo que se acercaron a la cifra de un millón ochocientas mil
personas, que serían los radioescuchas precisos de este programa. Un millón
ochocientos mil, de un total de 16 millones de habitantes en México, que
significaba poco más del 10 por ciento de la población mexicana (Hernández,
1979, p. 15). Parte de la propaganda que realizó el DAPP, incluyó un mensaje
que advertía que sin importar la estación que se sintonizara, el radioescucha
se deleitaría con el programa dominical del DAPP (López, 2002, p. 136).
A
partir del domingo 25 de julio de 1937, cada domingo se abrirían los micrófonos
de la XEDP y de la XEXA para un programa musical y cultural, con la frase
característica que sigue identificando a la transmisión: “esta es La Hora
Nacional”.
El
formato radiofónico del programa incluyó música y la intervención de Agustín
Arroyo Ch., quien explicó de qué se trataría el programa, e introdujo al radioescucha
a la magia de encadenar la radio una vez por semana.
Insistimos en que nuestras
informaciones contendrán lealmente la verdad y en todos los tópicos que
abordemos se referirá al interés público, desde el punto de vista de la
doctrina progresista en que se inspiran todos los actos de la Revolución hecha
Gobierno (Arroyo Ch., 24 de octubre de 1961).
También
puso énfasis en que las programaciones llevarían educación y cultura a la
nación, mencionó las oportunidades económicas en un gesto de solidaridad para
sumarse al esfuerzo que estaba haciendo el gobierno de la República en esa
materia.
Se hará del conocimiento
público cada una de las oportunidades que tienen individual o colectivamente
todos los mexicanos para aprovechar los recursos naturales de acuerdo con los
estudios científicos que han realizado las Secretarías de la Economía Nacional
y la de Agricultura y Fomento (Arroyo Ch., 24 de octubre de 1961).
Arroyo
Ch. cerró su discurso de una forma optimista, dejó claro a través de sus
palabras, que deseaban que el programa fuera escuchado más allá del territorio
nacional, tal y como ahora sabemos que sucedió.
Y que estas palabras
alcancen también a nuestros connacionales allende las fronteras, con el reclamo
de que en tanto se reintegren materialmente a su patria, fortalezcan su
espíritu en el recuerdo de la misma y así, en donde quiera que estén dignifiquen
el nombre de la tierra que los vio nacer y en la cual, maestros, soldados,
obreros y toda falange de hombres de carácter bien templado, van en marcha decidida
hacia la conquista de un futuro mejor (Arroyo Ch., 24 de octubre de 1961).
La
Hora Nacional estuvo en manos del Departamento Autónomo de Prensa y Publicidad
hasta el 30 de diciembre de 1939, tiempo en que terminaban las funciones del
DAPP y estaba próxima su desaparición un par de días después. Luego de ello, La
Hora Nacional pasó a manos de la Secretaría de Gobernación. A lo largo de sus transmisiones,
que han continuado al aire por más de 60 años, su producción y transmisión ha
estado en manos de distintas oficinas gubernamentales, y en la actualidad se
encuentra sobre la mesa el debate de que si el programa sigue siendo vigente o
fracasó en su labor “encadenadora de la nación”.
Evidentemente
no fracasó, al menos en el periodo en el que estuvo a cargo del DAPP y que tuvo
como director de sus programaciones a Agustín Arroyo Ch., esto durante el
periodo cardenista. Al contrario, se creó un lazo que unió a la sociedad y al
gobierno, siendo notable por haber conseguido credibilidad, autoridad y de haber
conjuntado el entretenimiento con el discurso oficial, –tal como fue el corte
general de las programaciones de la XEDP y la XEXA– al ubicarlo al alcance de
la población en general, y aún más enfocado a las clases populares.
A
lo largo de las dos primeras décadas de transmisión, el formato del programa no
tuvo modificaciones. Se puede inferir que dicha estructura no permitió nuevas
posibilidades para modificar el programa, que asimismo le transformaran en una
producción de vanguardia, que estuviera a la altura de cualquier otra
producción radiofónica nacional.
Durante
el periodo que va de julio de 1937 a diciembre de 1939, se produjeron 129
transmisiones en cadena nacional de La Hora Nacional. Para diciembre del 39, aún cuando el programa había permanecido igual en forma y
contenido, se destaca que logró extender su alcance al enlazarse en varias
ocasiones, a estaciones extranjeras como la Nacional Broadcasting
Company de Estados Unidos, y algunas centroamericanas que fungían como cabezas
radiofónicas en sus países.
En
su afán de acercarse a público de otras regiones, la programación mostró un
cambio en el que se incluyeron descripciones geográficas y culturales de
ciudades o países extranjeros. El objetivo principal del programa, que era la
difusión de las actividades del gobierno, no cambió.
La
Hora Nacional se ubica en la historia de México como un instrumento de
propaganda que buscaba formar acuerdos entre las masas y el gobierno, fue
también un medio que produjo y transmitió la cultura mexicana y llevó
información educativa al pueblo; y considero que, guardando la debida
proporción, fue una cadena de transmisión del sentimiento de pertenencia al
pueblo nacional. La programación de La Hora Nacional se inserta en los estudios
de la Historiografía de México como un resultado exitoso en el que el gobierno
cardenista construyó su propio discurso social a favor del pueblo y sus
identidades, y lo transmitió radiofónicamente a todos los grupos que
conformaban el pueblo de México.
Fuentes
consultadas
Archivo
AHLM-MRG Archivo Histórico Lucio Marmolejo
del Museo Regional de Guanajuato Alhóndiga de Granaditas. Fondo Agustín Arroyo
Ch. AACh. Guanajuato, México.
AGN Archivo General de la
Nación, México.
Adjunto
a carta de Armando de María y Campos, dirigida a Agustín Arroyo Ch., México, D.
F., a 5 de septiembre de 1939, en AHLM-MRG, Fondo AACh,
Gaveta 4, exp. A/130802)/-1 al a/130(02)-69 DAPP.
Carta de Armando de María y Campos, dirigida a Agustín Arroyo Ch., México, D. F., a 12 de mayo de 1939, en AHLM-MRG, Fondo AACh, Gaveta 6, Carpeta “julio 18 de 1939, sept. 18, de 1939”.
Carta de Armando de María y Campos, dirigida a Agustín Arroyo Ch., México, D. F., a 20 de julio de 1938, en AHLM-MRG, Fondo AACh, Gaveta 3, Exp. “Radio”.
Carta de Armando de María y Campos, dirigida a Agustín Arroyo Ch., México, D. F., a 5 de septiembre de 1939, en AHLM-MRG, Fondo AACh, Gaveta 4, Exp. A/130802)/-1 al a/130(02)-69 DAPP.
Carta de Eduardo Hay, Secretario de Relaciones Exteriores, a Agustín Arroyo Ch., y respuesta, 20 de enero de 1937, en AHLM-MRG, Fondo AACh, Gaveta 3, Expediente: “A/30/-1 DAPP”.
Carta de
Fernando Villaseñor, dirigida a Agustín Arroyo Ch., San Pedro, Calif., Agosto 2 de 1937, en AHLM-MRG, Fondo AACh, Gaveta 6, Carpeta “1937, octubre”.
Discurso de inauguración de la estación de radio XEDP, 16 de marzo de 1937, en AHLM-MRG, Fondo AACh, Gaveta 9, Carpeta “Marzo de 1937”.
Memorándum de la Jefatura de
la Oficina de Divulgación – DAPP, 22 de octubre de 1938, en AHLM-MRG, Fondo AACh, Gaveta 20, Expediente: “”R” 1937 y 1938”.
Programa del DAPP, en AHLM-MRG, Fondo AACh, Gaveta 4, Expediente: “DAPP 1936 1937 1938”.
Palabras que pronunció el Sr. Agustín Arroyo Ch. para inaugurar tan valiosa serie, México, D. F., 24 de octubre de 1961, en AHLM-MRG, Fondo AACH, Gaveta 14, Expediente: “Hora Nacional Programa de Radio. 1962.- Generalidades”.
Hemerografía
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Ciudad de México, años 1931-1947.
El Universal,
Ciudad de México, años 1937-1939.
Memoria del Departamento Autónomo
de Prensa y Publicidad. De enero a agosto de 1937.
Presentada al H. Congreso de la Unión por el jefe del Departamento, Agustín Arroyo
Ch. México, DAPP, 1937.
Bibliografía
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1937-1939, tesis de licenciatura en Ciencias de la Comunicación. México:
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