Herrejón Peredo, Carlos y Eugenio Mejía
Zavala. (2018). Diputados Constitucionales del Supremo Congreso Mexicano.
Octubre 1814- Diciembre 1815. México: Archivo Histórico Municipal de Morelia,
H. Ayuntamiento de Morelia.
Jose María Navarro Méndez[1]
Recibido: 2020-07-06
Aceptado: 2020-08-13
En México, los historiadores que han
realizado estudios del constitucionalismo ahondan ampliamente en las teorías
que permiten entender la naturaleza propia de las instituciones que crearon
aquellos cuerpos representativos. También han optado por investigar las
diferencias entre las experiencias Hispanoamericanas y su impacto en la
formación nacional. Sin embargo, una de las grandes deudas que tienen aquellos
investigadores es lo referente al estudio de los diputados, de aquellos hombres
que conformaron los congresos.
Las preguntas por los
diputados, hombres de leyes, nos lleva a comprender su época. Aquellos
individuos entendidos en su contexto, analizados en el grado de compromiso con
que asumieron la tarea de construir el poder legislativo, nos ayuda a concebir
de manera clara cómo es que se comenzó a construir el sistema de gobierno del
naciente país. En los últimos años el notable el incremento en los esfuerzos
por entender a los personajes políticos en el contexto legislativo, ha
procurado explicar sus vidas, su formación y su compromiso político. Estos
esfuerzos han sido tanto de índole local, así como nacional y —para bien —, se han abierto brechas en la historiografía.
Lo que nos atañe en el
presente escrito es una reseña de la obra de Carlos Herrejón
Peredo y Eugenio Mejía Zavala, titulada Diputados Constitucionales del Supremo
Congreso Mexicano. Octubre 1814- Diciembre 1815, editada en 2018 por el Archivo
Histórico Municipal de Morelia, bajo el auspicio del Ayuntamiento de Morelia.
Pese a la cantidad de páginas con las que cuenta la obra, un total de 63,
resulta ser una obra interesante, no sólo por la temática, sino por el enfoque
que toma, es decir, por los perfiles biográficos de hombres involucrados en la
actividad legislativa durante la insurgencia (octubre 1814- diciembre 1815).
Esta es una obra que atiende a los diferentes diputados que conformaron aquel
órgano durante la época en que el Congreso estuvo constituido. Hoy distinguimos
aquellos cuerpos políticos entre constitucionales y constituyentes, aquellos
hombres sabían su diferencia, pero el propio funcionamiento del Congreso era
otro entonces, “simplemente era el congreso antes y después de la
promulgación”. (Herrejón Peredo y Mejía Zavala, 2018,
p.9).
Esta obra reúne los
esfuerzos de dos historiadores dedicados a entender el proceso de la
independencia, a sus actores y a las instituciones en las que estuvieron
involucradas. Puntualmente, el trabajo reúne 14 esbozos de los diputados que
estuvieron inmersos en el Congreso Constitucional, estos individuos no sólo
consagraron su tiempo en la labor legislativa propia de cualquier junta, sino
que a la par fueron parte activa de la insurgencia desempeñando cargos
militares, administrativos y algunos hasta judiciales. Lo loable del esfuerzo
de Herrejón y Mejía es la articulación individual de
cada hombre inmerso en su propio contexto, ninguno se superpone a los otros y
ninguno queda fuera de las lógicas propias del tiempo histórico en el que
cobran vida.
La construcción de esta
obra es con base en un vasto entendimiento de las fuentes archivísticas,
bibliográficas y hemerografías, eminentemente la
pericia y la larga carrera de ambos historiadores se hace presente, pues no
sólo se muestran referencias clásicas, sino que se expone documentación en
buena parte inédita, que se recupera de distintos repositorios, por dejarlo
claro, los autores recurren a sitios web como FamilySearch,
apelan a archivos tradicionales como es el Archivo Histórico Casa Morelos o el
Archivo Histórico General de Simancas, entre otros,
con el fin de identificar puntualmente los aspectos sobresalientes de sus
objetos de estudio.
Es pues que son catorce
capítulos los que componen esta obra, en la cual se alude directamente a los
diputados José Joaquín Pagola Olloqui, Licenciado
José María de la Luz Isasaga (también Izazaga), José Mariano de Ansoerena
(o Anzorena) y Foncerrada,
José Ignacio Gonzáles, Licenciado Ignacio Alas y Arnáiz,
Pedro Villaseñor, Licenciado Ignacio Ayala Morales, Licenciado Mariano
Francisco Ruiz de Castañeda, Doctor José Ignacio Couto
Avelle de Ibea, Manuel
Muñiz, Manuel Fernando (o Tomás) Arias Maldonado, Juan José del Corral Cardona,
Beneto Rocha y Pardiñas,
Juan Antonio Gutiérrez de Téran. En cada uno de estos
se brindan desde datos básicos de vida: su formación, su orientación política,
su ingreso a las filas insurgentes, e incluso con algunos de ellos se nos
muestra la toma de la indulgencia y el regreso a la actividad bélica.
[Manuel
Muñiz] para el año de 1817, siendo entonces perseguido por el insurgente Víctor
Rosales, se presentó al jefe realista Miguel Barragán en las inmediaciones de
Pátzcuaro, 14 de mayo, a pedirle la gracia del indulto […] así, en este mismo
año cuando arribó […] Xavier Mina, Muñiz regresó al bando insurgente […] (Herrejón Peredo y Mejía Zavala, 2018, p. 48.).
Pese a la basta recuperación de la
mayoría de los individuos que se estudian en la presente obra, los autores nos
quedan a deber, —quizás para futuros estudios o probablemente sea un llamado
para jóvenes historiadores—, la recuperación de personajes como José Ignacio
González quien se encargó de representar a Guanajuato, Manuel Fernando (o
Tomás) Arias Maldonado de quien sólo sabemos el momento de su ejecución o Juan
Antonio Gutiérrez de Terán el cual se ocupó de tomar el cargo de diputado por
Tehuacán en noviembre de 1815 ya en los últimos momentos de aquel cuerpo
legislativo.
Así como tenemos
perfiles muy poco logrados —seguramente por la escasez documental—, la obra
cuenta con perfiles biográficos sustanciosos, personajes que tomaron un rol
protagónico en momentos de desaire propios de la dinámica de la guerra, aquí es
donde la obra brilla y es que encontramos interesante el impulso que brindan
para entender a sujetos como José Pagola Olloqui, el
cual representó a Guadalajara como diputado tras finalizar su periodo Ignacio
Rayón y continuo defendiendo la causa hasta su fusilamiento, a Pedro Villaseñor
quien se comprometió con la causa desde 1811 y mantuvo viva la lucha aun
después de la desaparición del congreso en 1815, José Ignacio Couto Avalle se desempeñó como comandante militar de Huatusco y se posicionó como diputado de Yucatán entre 1814
y 1815, y Manuel Muñiz el cual tuvo una destacada participación militar antes
de tomar la diputación por Nuevo León a mediados de 1813, por citar sólo
algunos.
Si
bien los autores hacen un gran esfuerzo por construir este trabajo, no todo son
flores y vivas. La obra en varias ocasiones no muestra los datos de origen de
algunos de sus biografiados, muchas veces los autores saltan del periodo pre-
insurgente al momento de la persecución y desaparición del Congreso. Entendemos
la finalidad de la obra y lo que los autores buscaban con este trabajo, pero
nos surgen varias dudas al respecto, por ejemplo, se deja suelta la propia
labor legislativa de estos individuos ¿Qué propusieron en el cuerpo
legislativo?, otro punto que creemos debió ser señalado o intentar señalarse es
¿Estos diputados fueron electos o designados? Dato que muchas veces queda
flotando.
Pese
a lo señalado, este prontuario de perfiles biográficos es una gran herramienta
no sólo para los nuevos estudiantes de la disciplina de Clío, sino que ofrece
una base solida para entender quienes componían la
estructura de uno de los poderes de la insurgencia, pues la historia de la
guerra de independencia va más allá de las figuras monolíticas que son Hidalgo,
Morelia, Allende, Calleja, Trujillo o Iturbide. Esperamos que esta obra
convoque tanto para jóvenes interesados como para los investigadores ya
inmersos en estos menesteres, nuevas brechas de conocimiento y arroje tesis
alternativas sobre el pasado de los personajes inmersos en las instituciones
que emanaron de la insurgencia.