Salir de la sombra: el gran desafío de las mujeres de Letras
desde diferentes perspectivas espaciotemporales en “Escritoras y personajes
femeninos en la literatura. Retos y pluralidad”.
Martín Clavijo, Milagro y Romano Martín, Yolanda
(coords.) (2019). Escritoras y personajes femeninos en la literatura. Retos
y pluralidad. Granada: Comares.
Nadia La Mantia[1]
“Para la mayor parte de la Historia, Anónimo era
una mujer”: hace casi un siglo, la escritora Virginia Woolf con estas palabras
criticaba la dolorosa y humillante situación de invisibilidad que la mujer
seguía sufriendo en el ámbito literario y que se sumaba a su sempiterna exclusión
de la vida política, social y laboral, prerrogativas exclusivas de los hombres
de todos los tiempos, incluso –en ciertos aspectos– el
que estamos viviendo. Sin ser consciente de ello, esta extraordinaria autora inglesa
sentó algunas bases del feminismo aún antes de que este fuera considerado como
tal y, hoy en día, esas mismas consideraciones son más verídicas y actuales que
nunca.
Ella no fue la única portavoz de un lamento que anhelaba
representar el de una multitud de mujeres que reclamaba su derecho a existir: muchas
otras antes que ella, a lo largo de las épocas, han tratado de salir de la
sombra, hacerse sitio en un mundo donde la misoginia imperaba implacable y luchar
para que su voz resonara con fuerza.
Aun olvidadas e ignoradas por la Historia, amordazadas e
invisibles durante siglos, las mujeres han conseguido adquirir conciencia del rol
fundamental que han estado desempeñando en todas las épocas y civilizaciones,
hasta desatar una revolución –en un principio silenciosa, finalmente ensordecedora– de
la que hoy todos somos testigos. Sin embargo, queda mucho camino por recorrer y
otros tantos aspectos por definir: en este panorama caracterizado por
importantes alcances y grandes contradicciones, el mundo de las Letras, en todas
sus vertientes, ha resultado y resulta ser una de las manifestaciones primordiales
en las que queda patente la excepcional resiliencia que distingue a las
mujeres.
A la luz del momento histórico que estamos viviendo y de
la resonancia que está alcanzando el asunto de las reivindicaciones femeninas a
nivel global, el volumen objeto de la presente reseña, Escritoras y
personajes femeninos en la literatura. Retos y pluralidad, no debe
considerarse una más de las múltiples aportaciones literarias que, en los
últimos tiempos, llevan brotando “en serie”: lejos de ser una obra que se suma
a la moda del momento, este precioso compendio cuenta con una importante
selección de contribuciones –34 en su totalidad– realizadas por
expertos investigadores de ámbito internacional en el marco de la expresión
literaria de matriz femenina. Aunque resulte evidente que no puede tratarse de
algo completo y exhaustivo, sin duda dicho estudio representa un primer paso
hacia el reconocimiento de la importancia que todas estas producciones revisten
dentro del canon literario universal: asimismo, demuestra la intención de la
mayoría de aquellos intelectuales que quieren levantar los cimientos de un
movimiento que empieza a consolidarse y a imponerse con intensidad.
La peculiaridad de esta antología reside en un análisis polifacético
de la presencia femenina en los diferentes ámbitos de expresión de las Letras –la
prosa, la poesía, el periodismo, la radio, el cine y la red–, y las investigaciones
llevadas a cabo por los especialistas profundizan tanto en el estudio de la
mujer en cuanto objeto/ personaje de las obras, como en su faceta de sujeto/ autora/
creadora de las mismas, enfocando cada uno de estos aspectos desde diferentes perspectivas
espacio-temporales.
Desde Europa –Carmen Laforet, Mariolina
Venezia, Louise Colet y Margaret Cavendish–
hasta América Latina –Gabriela Mistral, Inés Arredondo o Belén Gache–, sea en la Antigüedad –Safo, Cornificia, Christine de Pizan-
o en el siglo XXI –el movimiento #Metoo, María Teresa
León, Lee Maracle y Leslie Marmon–,
todas estas mujeres han compartido y siguen compartiendo una misma pasión: contar
historias.
Esta gran colmena literaria incluye una galería de personajes
que retratan experiencias y realidades diferentes, regalando al lector imágenes
inéditas y desconocidas, originales y controvertidas, ocultas durante años y
rescatadas en la modernidad.
A lo largo de este viaje literario sin tiempo ni
fronteras, los estudiosos abordan temáticas diferentes que se desarrollan alrededor
de la figura de la mujer: en el ámbito de la poesía. Francisca del Mar Plaza propone
su estudio sobre la escritora cristiana Proba (s. IV d.C.), poniendo de
manifiesto la fama alcanzada por la creadora del género de la poesía “a lo
divino”, cuya producción se sitúa en el origen de la divinación literaria de
temas profanos; Daniele Cerrato nos presenta a Laura Battiferri
y Lucia Bertani, refinadas poetisas del Cinquecento
italiano quienes, en sus tiempos, fueron reconocidas y apreciadas anfitrionas
de los salones culturales más prestigiosos en Italia y, sin embargo, cuatro
siglos después terminaron siendo rechazadas y renegadas por el misógino régimen
fascista, quien las tildó de superficiales y mediocres; y Celia Corral Cañas plantea
la cuestión del desafío en la red para las poetas hispanohablantes del siglo
XXI, portavoces del ciberfeminismo, paradigma de identidad-proyecto de
índole global, que aprovecha la posibilidad de participación libre y abierta y
la democratización de la red para poder redefinir conceptos y distintas subjetividades.
En el marco del teatro, Concha Fernández Soto revela cuán
esencial resulta ser a la historia cultural, literaria y política de España la
figura de María Teresa León –oscurecida por la fama de su marido, Rafael Alberti–,
actriz, directora de escena, crítica y dramaturga, cuyas contribuciones
quedaron truncadas tras la guerra civil, el exilio y la enfermedad de Alzheimer.
El apartado reservado a las luchas femeninas desde un punto
de vista social, cultural y político incluye algunas significativas aportaciones:
Sara Casco-Solís analiza la figura de la escritora Sky
Lee quien, desafiando la censura que durante mucho tiempo la mantuvo apartada
de los escenarios literarios, a través de su obra más famosa, además de
destapar los horrores y la crueldad de la represión de su China natal, reveló un
anacrónico apartheid por parte de Canadá, la tierra que la acogió en su
niñez; Paula Barba Guerrero propone un recorrido a través de los movimientos literarios
de afirmación de la identidad de las mujeres afroamericanas quienes
consideraron la literatura un “lugar perfecto para la resistencia”, a lo largo
de las décadas de los 60 y 70.
Gracias a Nieves de Mingo Izquierdo, descubrimos también una
autora tan apreciada y conocida como la inglesa Sue Townsend –creadora de
personajes de ficción tan famosos y amados por el público como el popular Adrian Mole, de cuyo diario se han llegado a
vender más de cinco millones de ejemplares–, quien sigue sufriendo una peculiar
discriminación por parte de los académicos quienes, defendiendo la radical e irreparable
separación entre alta literatura y literatura popular, han decretado su marginación
al colocarla en esta última categoría. Laura Requena Pérez desvela un lado
desconocido de Louisa May Alcott, una de las autoras de literatura juvenil más estimadas
de todos los tiempos, quien además de escribir Mujercitas dedicó gran
parte de su vida a la creación de cuentos góticos y novelas de suspense que
firmó bajo el seudónimo de A.M. Barnard: la razón principal de este reciente interés
hacia la producción “menor” de la autora es la presencia de un sólido vínculo con
sus vivencias personales, su educación, su vocación y sus ideales, cruciales
para la comprensión de toda su obra.
Muchas de las contribuciones versan sobre la cuestión del
canon en todas sus facetas: Rossana Fialdini Zambrano analiza la presencia de
dos movimientos hoy en día muy poderosos –Heridas y #MeToo– en términos de objetivos y alcances en la lucha por
deconstruir el canon que ha avalado la violencia doméstica; Vega María García
González ahonda en la presencia –mejor dicho, la ausencia– de la mujer en el
canon de la literatura armena tardía en calidad de autora, planteando algunas hipótesis
acerca de las causas de este silencio; Lilia Granillo Vázquez vuelve a examinar
la propuesta pedagógica dirigida a las mujeres de la escritora chilena Gabriela
Mistral, quien se enfrentó a muchos retos para poder enseñar a la globalidad desde
su remota aldea natal, transitando por la era de las vanguardias y rompiendo
con lo clásico y lo indigenista.
No quisiera desvelar demasiado sobre lo que esta valiosa
contribución guarda para sus lectores. Los estudios abarcan, pues, diversas
temáticas, desde la lucha contra los estereotipos sociales y raciales, hasta la
afirmación de los movimientos feministas más radicales, desde las reflexiones
sobre el concepto de género hasta el drama que acompaña la lex non scripta
de unas raíces que retienen con demasiada fuerza: en todos los casos, estas
manifestaciones culturales en femenino desempeñan el papel de agente cultural, vehículo
de transmisión e instrumento que propicia el rescate y el reconocimientos de aquellas
figuras que aún no hayan logrado el prestigio que merecen.
Quizás esa popularidad se la reserve el futuro y este
volumen contribuye, sin duda alguna, a que eso finalmente ocurra.